CAPITULO III.
12
Omnes declinaverunt, si–
mul inmiles faéti sunt: non est
qui IJciJ t bonum, non cst usque
;,¡,d
unum.
13
Sepulchrum • pateos est
guttur eo rum : Jinguis suis do–
lose ageba nt • : Venenum aspi–
dum sub labiis eorum:
14
Quorum' os malediétio–
nc, ct amaritudine plenum est:
15
Veloces • pedes eorum
ad effundendum sanguinem:
16
Contritio et infelicitas in
viis corutn :
17
Et viam pacis non cogno–
verunt:
oS
Non ' est timor Dei an–
te oculos corum.
19
cimus autem
r ,
quon~am
quaecumquc Le loquitur , iis
gui in L ege sunt loqu itur : ut
omne o obstru ur, et subdi–
t u tiat omnis mundus Peo:
20
Quia ex operibli't'Legis
non iustificabitur omnis caro
1
De b vcrdnd
y
de l:t jusricia.
ntr;l
1.1
honra
y vid.l
de su próxi–
DlO ,
c.tlumni.Uldolc
y
ofcndi6ndolc por
todos los caminos.
J
En wd.t su condué'b
y
acciones no
respiran otr.t cos:t que crueldades
y
vlo–
lcnci.\S ,
procur~mdo
la
r
1
y
la
pérdid:~.
de los orros.
..
o saben qué cosa sea paz, ni \'ivir
en oll.t; se nlimcoun con b '"liscordia,con
L.$
riit.lS,
y
con
In confusion que inrrodu–
ccn
en
uxbs partes.
S
ll.tnrenunciado
3
todo ::tquello que
Jo,
pucd.t rc:frcnJr
y
contener ; de mane–
r.,
qu~.;
ni respct:m . los
hombre~:
ni te–
lncn
.~
Dios.
6
.M
S.
t'.l
,
gu.trui.lJ.••
P s.tlm. v·.
11.
b
Ps.dm.c r xx
r~.
4•
Ps.rlm.
J Z .
7·
om. ll.
rz Todos se desviaro n ', a
una se hicieron inútiles : no hay
c¡uien haga bien, no hay ni uno
solo.
13
La garganta de ellos es
sepulcro abierto • : con sus len–
guas fab ricaban engaños: veneno
de áspides baxo los labios de ellos:
r
4 Cuya boca está llena de
maldicion y de amargura :
I
5 Veloces los pies de ellos,.
para derramar sangre:
16
Quebranto y calamidad
en Jos caminos de ellos' :
17 Y
no conocieron camino
de paz
4 :
18 No hay temor de Dios
dl!lantc de Jos ojos de ellos •.
19 Sabemos pues, que quanto
la Ley dice , a aquellos que en la
Ley están lo dice : para c¡ue toda
boca sea cerrada •, y tcwill!el mun–
do se sujete a D ios
7:
zo
Porque por obras de Ley
no será justificado ningun ?ombre
1
Como si dixcra : o rcpliqucis , o
Jucl s , que todo esto que acabo de decir
habla con los Gentiles ,
y
no con
\'OSO–
tras. on vosotros habl.t , puesto que
13
Escrirur:t
del Antiguo
Tc.namcmo ,
de
donde
se
han tomado todos estos lug.ucs,
a
vosotros principalmente dirige sus
ad–
vcncncius
,
s
tmcn
!
y
sus promesas.
Y
así
todos ,
sin cxccpcion , debemos re–
conocer que hemos
merecido, o
por
nucv–
r~s
propios pecados ,
o
por
el
dd
primer
p.1drc ,
qut: contn.cmos quando somos
concebidos , el ser condcn.Jdos a bs pe–
nas tcmpoulcs
y
ctcrnJs ,
que son
consc–
qiicn
ia
del
pecJdo
segun el órdcn
.de
su
justicia. Por
L~'
un:ts
H:ccs
se entiende
el
Pcm.uhcuco:
oÍns
el
Antiguo T cstoJmcnro.
d Is.ti.z rx .
.
Pro;;rr*. r .
16.
e Ps.1lm.
.sz.r f~.
:1.
f
GJ!Jt.
1 T.
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