CAPITULO J.
177
19 Quia quod notum est
D eL , manifescu m est in il–
lís ; D eus enim illis manifesta-
Vi
t.
20
Jnvisibí lia enim ipsius,
a treatura mundi , per ea quae
fa éta sunt , intelleéta , con–
spíciuntur : sempiterna quoque
eius virtus et divinicas ; ita
ut sint inexcusabiles.
21
Quía cum cognovissent
D eum •, non sicut D eum glori–
ficaverunt, aut gratias cgerunt:
sed evanuerunt in cogitationi–
bus
~uis,
et obscuratum est in–
sipiens co·r eorum:
22
Dicentes enim se csse sa-
pi~ntes,
stulti faéti sunt.
~
23 Et . mutaverunt gloriam
incorruptibilis D ei in similitu–
dinem imaginis corruptibilis ho–
minis , et
volucr~~~adru
pcdum et serpentlUm.
.
24
Propter quod tradidit
il–
los Deus in desideria cordis eo-
1
N aturalmente.
2
En la interior luz que Dios les dió
en su cora?.on.
3
Su bondad
,
su sabiduría , su justi–
cia ... que son Dios mismo,
y
que no son
diferentes entre sí , sino por nuestro mo–
do de concebir
entendida~
r las obras
cri:tdas ; esto es , por las cOsas que fueron
hechas desde el principio del mundo
1
se
l1accn t:m claras
como las cosas que se ven
. o
como si se viesen.
4
Y
así estos hombres son inexcusa–
bles ; porque rodas las criaturas les están
dicie1hlo que hay un Dios , a quien deben
el
sér ,
el
movimiento
y
la
vida. Otros
juntan estas pabbras con el versículo si–
guiente :
Y
nsf
so11 inexcusables ,
jJ(>rqzte
/tnbimdo ro1rocido a.
Dios...
s
Como.cllu\ico objeto de su amor
y
de su cariño.
s Ephn.
IY.
17.
Tom.li.
19 Puesto que lo que se pue–
de conocer de D ios
1
,
les es
ma–
nifiesto a ellos ; porque Dios se
los manifestó •.
20
Porque las cosas de él in–
visibles ' , se ven despues de la
creacion del mundo, considerán–
dolas por las obras criadas : aun
su virtud eterna
y
su divinidad;
de modo que son i nexcusables
4 •
21
Pues au nque conocieron
a D ios , no le glorifica ron como
a D ios
s,
o dieron gracias
6 :
án–
tes se desvanecieron
~n
sus pen–
samientos ,
y
se obscureció suco–
razon insensato:
~2
Porque teniéndose ellos
por sabios, se hicieron necios.
23 Y mudaron la gloria del
íos incorruptible en semejanza
de figura de hombre
co~ptiblc,
y
de aves
y
de quadrúpedos
Y.
de sierpes.
- 24
Por lo qua!
7
los entre–
gó Dios a los deseos de su cora-
.
6
Y en
vez
de darle
gracias , reCono–
Ciénd&it por Autor
Oc
todos los bienes,
los atribuyen al
ac:tso , a
la fortuna ,
a
si
mismos ,
a
su propia virtud
y
prudencia.
D e
donde discurriendo vana
e
inútilmen–
te de
!J.
Divinklad , dieron lu5-tr en su
á–
nimo , vacio
de la
verdadera sabiduría ,
a
mil
opiniones fat:Js ,
y
~infinitos
errores
muy groseros acerca de la naturaleza- de
D ios,
y
del culto que le es debido.
Y
cre–
yendo que eran los sabios
1
y
que todo se
lo s:lbian , esta misma sobervia
y
vanidad
los precipitó en la mas deplorable cegue–
dJd
1
y
en una ignorancia
tan
grande, que
trasladaron a las criaturas m.1s viles el cul–
to que sol:uncnte se debe a Dios.
7
Y
~sí
en pena de esre pecado los
dexa Dios
de
su mano para que sigan
en
todo sus antojos.
Psalm.
LIII.
IJ.
Tan
pcsrilend~l
es
la idol;m ía.
z