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176

EPISTOLA DE S. PABLO A LOS ROMAN OS. .

16 Non enim erubesco E-

16 Puesilome avergüenzo del

vangelium. Virtus enim Dei est

Evangelio

1

:

Que es virtud de

in salutem omni credenti: Iu- Dios'parasalud·a todoelque cree:

daeo primum, et Graeco.

~~Judío

primero

3 ,

y

al Griego.

17 Iustitia enirn D ei in eo

17 P orquela justiciadeDios

4

revelatur ex fide in fide m: sicut se descubre en él de fe en fe s , co-

scriptum est • : Iustus autem ex

mo está escrito

6

:

Que el justo

fide

vivit.

__

vive de

7 •

18 R evelatur enim ira Dei

18 Porque la ira de Dios se

de Caelo super omnem impieta- manifiesta del Cielo

8

contra toda

tem et iniustitiam hominum eo- la impiedad e injusticia de aque-

rum , qui

ve

ritatem Dei in iniu- llos hombres •, que detienen

1

stitia detinent:

verdad de D ios en injusticia

•o:

1

MS.

D e/azer la messagería.

T:Gr.

'T~ xe,.,~ ,

de Chri.rto.

Aunque

el

.E:v~gelio parezca una necedad a muchos de

los Gentiles , no por eso me he avergon–

zado de predicarle en las Ciudades mas

1

..

ilustres , ni me avergonzaré tampoco de

'hacer lo

~o

en la Capital del Imperio

y

del mundo..

:~

Puesto que la prcdicacion del

EvanN

gclio es el único medio que Dios ha es–

cogido para obrar la salud de los fie–

les.

'3

En quanto a conseguir la. salud me–

diante la prcdicacion del Evangelio , no

l1ay

distincion

entre

Judío

y

Gentil ;

mas

en quanro al órden con quo debe b.¡>¿;erse,

son convidados primeramente los Jud.ios,

como los primeros

a

quienes fué prometi–

do el Evangelio

y

el Messías.

4

La

verdadera santidad , de la qual

Dios solo es

el

Autor ,

y

que sola puede

agradarle.

t...;

""

5

Esto es , la qual

j

icia o santidad

nace de la fe ,

y

se perfecciona en la fe;

o

bien pasando de

una

ve~rdad

de fe

a

oru.

~

6

La fe es la raiz de toda justicia.

7

T.

Gr.

l:ín-r«f ,

-vi'Virá.

La

fe per–

fcéh

animada de la caridad , que los Pro–

phctas han anuncbdo ,

y

que Jesu Chris–

to nos ha revelado en el Evangelio; que

no viene del hombre, esto es, de las obras

que el hombre hace por sus propias fuer–

zas , sino de Dios. Esta comienza por la

fe,

y

se perfecciona en la fe :

y

esta fe,

tanto en su prirtcipio , qu:mto en su au–

.mel;{lo

y

perleccion , es un dón de la li–

beralidad de Dios por Jesu Christo. Esta!

palabras

de fe en fe

nos demuestran ,

que

esta fe

y

confianza en la grll.cia de Jesa

Christo no se halla en nosotros tan perfec–

ta

y

tan

~~--,

que no deba aumen–

tarse tod.,. ... los dias

y

todos los momentos

en los Christianos q_ue quieren trabajar se–

riamente en su perleccion.

8

Este versículo es una confirm:-tcioll

del precedente , como si dixera : La prue–

ba evidente de que la justicia de la fe es

necesaria absolutamente para conseguir la

salud , es que todos los que se hallan fue–

ra

de esta justicia son el objeto de la có–

lera de Dios , que por esta razon lo

ha

abandonado a seguir los deseos de su co–

razon ,

y

a que cometan todo género de

injusticias

y

d~

impiedades.

9

Que

· n recibido la gracia del

Evangelio,

y

que no han sido justificados

por

la

justicia de la fe.

' 0

Habla aquí

S.

PABLO,

y

en todo lo

restante de este Capítulo de los Gentiles

e

Idólatras ,

y

principalmente de sus

Phi–

Iósophos :

y

hace ,·er que estos hombres,

aunque alumbrados de b s luces de la ra–

zon, o no conocieron al verdadero Dios

como debian? o no le sirvieron segun las

luces que ten1an, o callaron

la

verdad que

conocian. S. AucusT.

de Civil. D ei Lib.

V/.

Cnp. z .

·

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H.~b.'1t:,

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J.

Htbra~or.

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G nlnt.

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