ADVERTENCIA.
viendo "estaS contestacioties eiitre UnOs
y
otros,
~es
haCe .;e·r
que
ñinguño 'dC eSt'os
aOs
Pueblos merecía la salud por sus méritos
y
justicia ,
y
que entrainbos erraban grave–
mente: los Judíos, porque deshonraron a Dios.., quebrantando la Ley': los Gentiles,
porque conociendo al Criador, a quien dcbian honrar como a su Dios , mudaron su glo–
ria.cnfiguras hechas de mano. Y muestra con eficaces razones que son- igualeS , ha"!:.
hiendo conseguido
el
perdon de Dios:
y
así mismo que en
la
Ley estaba dicho que Ju–
díos
y
Gentiles serian llamados a la
~~
de_Jesu Clu:.isto. Y por esto reprehendiendo a
lo~
unos
y
a los otros, los amonesta que vivan en paz
y
en concordia. S. Pablo no
ha:~.o
bia visto aun a los Romanos, ni les babia predicado; ni echado en ellos el cimíento d<;
1a fe : mas ellos ya habian creído por la predicacion de otros discípulos ,
y
solamente
necesitaban que el Apóstol los afirmase en la fe de Jesu Christo , así como él lo' dice
por estas palabras:
Tengo deseo de veros para repartiros alguna cosa
d~
la gracia
~s
piritualpara confirm&lros en la fe
t.
Pero debe advertirse, que aunque .el ApóstOl en toda esta Carta se extiende tanto
en recomendar la fe , no por eso dexaeJe hablar en muchos lugares de las obras de la
caridad. Escribia a los Gentiles
y
a los Judios q&e habitaban en Roma. Los primeros
tenian en los libros de los Philósophos
e~lentes
tratados de la Justicia, de la Forta.::.
Jeza , de
~rudencia
, de la Templanza
y
de otras virtudes : y por eso lo que ma!.
yormcnte debiá inculcarles era que no atribuyesen al
m~sus
obras el bien qué
llacian , sino a la gracia de Jesu Christo ,
y
que creyesen en él. Los segundos tenian
en la Ley los preceptos de la mas sana moral ;
y
solo necesitaban que se les predica-o.
se la fe , para que abandonando la Ley de Moysés , se abrazasen con la de J Csl1
Christo. Esta misma prudente economía se observa en la Cuta que escribió a los
Gá–
latas. Ni nos debemos persuadir que porque San Pablo recomienda tanto la fe de
Abraham en esta Carta , tiene por mútiles sus obras ; como ni por el contrario he–
mos de creer, que quando Santiago ensalza tanto en la suya las obras de Abraham,
hace poco aprecio de la gran fe de este Patriarca. Cada uno de estos dos Santos
Apóstoles se extendió mas en las alabanzas de aquello que
~s
conducía al fin que se
babia
p~opuesto
:4.:jJ
pri~o'\le
la fe , el segundo de las obras. A los Romanos y Gá.:.
latas , que eran neóphitos o nuevamente convertidos ,
y
que por consiguiente no habían
echado hondas raíces todavía qn
la
fe , les inculca
est~
misma para que {micamente con–
ficn en Jesu Christo, por cuya virtud , gracia
y
méritos habían pasado de Ia.s tinieblas
a la luz ,
y
de la impiedad a la santidad de vida que profesaban. A los Jud.íos que es–
taban ya arraygados en la fe , y que se descuidaban en el exercicio de la caridad ,
y
en
la
práél:ica deJas buenas obras , les hace presente Santiago repetidas veces la neccsid<id
de la caridad
y
de las buenas obras ;
y
ámbos siguieron en esto el excmplo de su
di- .
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M Rrnn.
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