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ADVERTENCIA
SOBRE LA EPISTOLA DEL APOSTOL SAN PABLO
A
L O S RO M
A
N O S.
L os Rom:mos que desccndian de Judíos,
y
los que venían de Gentiles
y
que habian..
ya creído en Jesu Christo
,
renian corre sí muchas altercaciones , queriéndose ame–
poner unos a otros apoyados en diversas razones ; porque deci:m los Judíos : No–
sotros somos Pueblo de Dios , que él am6 desde el principio. Somos circuncidados ,
y
venimos
del
linage de Abraham,
y
Dios fué conocido en Judéa tan solamente. Fuímos
librados de la servidumbre de Egypto con asombrosos prodigios;
y
con ellos nos con–
duxo el Señor hasta poseer la Tierra de I>romiJion. Nosotros solos fuímos dignos de
recibir la Ley de Dios ,
y
de oir su
:oz
,
y
de saber su voluntad. En esta Ley nos fué
Christo prometido ;
y
a nosotros fué a qui
s dixo en su venida :
No vine yo sino a
la.s ovrjas que puecierou de
la
Casa de
lsraél',
llamándoos a
vosotro~ pe~s
mas que
f1ombres. Pues vosotr '
hoy habeis desamparado los ídolos que siempre adoras–
teis, no es justo que seais iguales a nosotros , sino que ocupeis
el
lugar de Christianos
advenedizos
y
extraños;
y
aun esto no merecíais sino por
la
grande misericordia de Dios,
que os quiso asociar a nuestra compañía. Los Gentiles replicaban de esta manera:
Quan~
to son mayores los bienes
y
mercedes que contais haberos hecho Dios , tanto os mos–
trais roayores pecadores ; porque nunca conocisteis
los
bienes que os hizo , ni los su–
pisreis agradecer
'1.
Vuestros padres de tal manera Irritaron a Dios , que mmieron en el
desierto ;
y
de todos ellos tan solamente dos hombres entraron en la Tierra de Promi–
sion. ¿Mas por qué nos detenemos en hacer aquí mcncion de cosas antiguas? A nuestro
Señor Jcsu Christo , que..
fué siempre propherizado , no solamente no le quisisteis re–
cibir, sino que le d_isteis una muerte cruel
y
afrentosa ,
sico~así qu~nosotros
creímos
en él luego que lo oímos ,
y
sin que ántes nos fuese prophetizado. Y así todo el mundo
nos h:u á justicia ,
y
dirá , que si nosotros hemos:»adorado ídolos , no ha sido por antojo
de corazon , sino por no saber. PorqUe el que sigue una cosa luego que la conoce , dá
a entender , .que .ántcs
la
hubiera seguido , si lntcs
la
hubiera conocido. Vosotros tam–
bicn os vanagloriais del noble linagc de donde venís , como si el nacimiento carnal hi–
ciese a los hombres santos , mas que b.s buenas costumbres. Esaú e Ismaél , aunque son
del linage de Abrah:un , no por eso son contados por hijos
l.
El Ap6srol S. Pablo