LOS HECHOS DE LOS APOSTOLES.
dus , conttgtt ut portaretur
a militibus propter vim popu–
li.
36 Sequebatur enim multi–
tudo populi , clamans : Tolle
eum.
37
Et cum coepisset induci
in castra PauJus , dicit T ribu–
no: ¿Si Jicet mihi
loq.uialiquid
ad te
?
Qui dixit: ¿Graece no–
sri?
. 38
¿Nonne tu es AEgyptius,
cjui ante hos 'dies tumilltum con–
citasci , et eduxisti in desertum
CJUattuor millia virorum sicario–
rum ?
39
Et dixit ad eum Paulus:
E go horno sum quidem I uda&us
a Tarso Ciliciae , non ignotae
Civitaris municeps. R ogo autem
te , permitte mihi loqui ad po·
pulum.
40 E t cum ille permisis–
set , Paulus stans in gradi–
bus , annuit manu ad pJebem:
et magno silentio faéto , allo–
c utus est lingua Hebraea , di–
cens :
1
Y a por librarle de
la
violencia e ím–
petu del pueblo..; ya
~~bien
porque el
peso de las cadcn:ts '
y
ms
golpes que ha–
bia recibido no le pcrmirian subir por su
pie.
2
L
ysias , oyéndole habLtr una l«!r"'gua
que entcndia , porque el Griego se habia
hecho comun en los pueblos de Asia
y
de
Egypro , y
era rambicn enrónces
muy
fa–
miliar a los Romanos , le preguntó si era
aquel fJmoso
J~gypcio
,
que fingiéndose
~mphcra, habi~
conducido consigo al de–
Sierto
tantos mdbrcs de hombres perdi–
dos
,
a
quienes prometió , que con sob la
palabra haria caer l:!s murallas de Jcrusa-
das, fué necesario que los Solda–
dos le llevasen en peso por Ja vio–
lencia del Pueblo '.
36 Porque le seguii'
la
multi–
tud de Pueblo g ritando : Quítale
la vida.
37 Y
quando comenzaban ya
a meter a Pablo en la Fortaleza,
dixo al Tribuno: ¿Me es permiti·
do hablarte dos palabras
?
Y
él
respondió : ¿Sabes el griego
2
?
38
¿No eres tú aquel Egypcio
que pocos dias ha moviste un al–
boroto , y llevaste al desierto
quatro mil hombres salteado–
res
3?
39 Y
díxole Pablo :
Y
o en
verdad soy hombre Judío , Ciu–
da8ano de T arso , noble Ciu–
dad de la Cilicia. Mas ruégote
que me permitas hablar al pue-
blo.
~
·
40 Y quanoo se Jo permitió el
Tribuno, poniéndose"'en pie sobre
las gradas, hizo señal al Pueblo
con la mano: y habiendo quedado
todos en silencio, habló Pablo en
lengua Hebréa
4 ,
diciendo:
Jem·. Pero
$f0bcrna.dor Felix disipó es–
ta faccion. \ ase a
JosEPuo A utiq. L .xx.
Cap.
IX.
Be/!.
Jitd.
L ib.
11.
Cap.
A"IT.
J
.MS.
Quatro mil ombre.t de Sicár.
El
mímero de qu:ltro mil que se expresa en
este lugar alistadoS' baxo las banderas dd
impostor Egypcio , comprehendia solo
a
los Sicarios o Salrcadores ; porque de
la
demas gente se agregó tal muhitud , que
Jlcg6 al número de treima mil
,
como re–
fiere JosEPuo en el Jugar citado de las
Autigiiedade.t Judaycn.t.
"
E n lengua Hcbreo-Syríaca , que era
la
gue usaban entónces los Judíos de Pa–
Jesrina.