CAPITULO XVII.
lO'[
det omnibus vita m , et inspira–
tionem ct omnia :
26 Fecitquc ex uno omne
men:tgc de los hombres. Todas las cerc–
'nonias exteriores de la Religion solo sir–
ven para
dcmosrr.trel respeto con que le
debemos servir : de todo esto no recibe
11inguna
urilicbd
o
provecho ;
porque
él
solo basta para sí mismo , teniendo en sí
toda su gloria
y
toda su felicidad :
y
así
léjos do recibir alguna cosa de sus criatu–
ras ,
él
es el que las hace subsistir , dán–
doles la vida que tienen,
el
ayrc que res–
pir.:tn ,
y
todo lo que necesitan para con–
servarse.
' MS.
A spirnmielffo.
1
El ha hecho nacer de uñ solo hom–
bre ,
cuy.1
alma crió de la nada , todo el
resto de los hombres. Era un error
gan i–
cul:tr de los A
t
hcnicmcs creer que
h~biatl
nacido de.: b misma tierra que
habitaban;._
y
así se ll:unab.m
,..,~~·-;-,
,
nacidos de la
tit'rrn.
Sus Philósophos daban por cien o,
que el mundo hab"
oda eterni–
dad ,
y
que
b ·
ra habitable babia esta–
do siempre poblada. S.
PABLO
en este elo–
qiicnte discurso
,
lleno de gracia y de
fuerza , destruye el error de los Epicúreos,
que arribuí:m a Dios una vana indolencia,
i1)1:-~gin:'tndose
que no se mezclaba en el
gobierno del mundo , o quando mas , que
solo aplic:tbl una inspeccion general , sin
cuidarse de los negocios particulares. Des–
truye la impiedad de los Estoycos , que
sujetaban elTodopoderoso a
la
ley
riguro~
sa
del
destino ,
y
a cierto encadenamien-
to de causas , que se
sigue~or
necesidad.
Destruye fin.tlmente los .
raríos de los
J>octas , que quieren que todo suceda
por acaso ,
y
que todo esté sujeto a
la
vo–
luntad
y
disposicion de una Diosa ciega,
que ll:unan
Fortuna.
E l Apóstol combate
todos estos errores, mostrando que
l:t
pro~
videncia de Dios se extiende a rodo : que
no puede suceder ninguna cosa que no
ha–
ya
sido prevista , ni reglada en sus eter–
nos designios : que su paternal cuidado ha
dado
el
::.ér a los homb1·es ,
y
que los con–
serva : que
el
uso de las criaturas que ha
J1ccho para que le sirvan , los debe ele-
al conocimiento de su Criador : que
T om. ll.
alguna cosa,pues él mismo dá a to–
dosvida,a liento'
y
todas las cosas:
26 Y de uno solo • hizo todo
aunque dcspues del pecado se halla er
h ombre
~,;omo
en una noche obscura cer–
cado de espesas riniebbs , puede no obs–
tante
buscar a Dios , palpando, como
ha..
cen los ciegos , o los que cstan a obs–
curas , por quanro sus obras invisibles, su
poder eterno ,
y
su divinidad , se hacen
como visibles ,
y
se dexan conocer por
las
obras que hizo desde la crcacion del mun–
do:
R om. r.
20 .
que sin salir de nosotros
mismos conoceremos que todo lo mas
her–
moso
y
pcrfeéto
que se
h.:tce en el
mundo~
se
hace
rambien
en
nosotros
de una ma–
Jlera mucho mas pcrfeéb
y
noble ;
y
que
si_queremos considerar lo que somos ,
y
lo•que pas.1dentro de nosotros , recono–
ceremos f.ícilmenrc, que D ios no está
lé–
jos
de
nosotros , puesro que está en el fon–
do
de
nuestro
sér ,
llenándole , conser–
vándole ,
y
poniéndole en ¡ 10vimienro;
de m:mcra , que por esta contínua inAuen...
cia
vi,•imos , nos movemos
y
subsistimos:
que siendo esto así , no puede ménos
de
ser un Padre del hombre
,
a quien crió a
su imágen
y
semejanza ,
y
a
quien se co–
munica con sentimientos propios de
un
Padre : que esta qualidad
de
ser hijos de
D ios ,
fué
reconocida por algunos de sus
Poc.;¡¡s , como
A
rato , paysano
y
contem~
porálrco
de
S.
I~ablo
: que si nosotros,
que tenemos un alma criada a b im:lgcn
de
Dios , no podemos ser representados
sino groseramente por im:í.genes sensibles,
¿cómo podr.l la Magest:¡d de Dios ,
que
es wdo espíritu
?d
invisible , ser represen–
tada por
Idol(ií~J"'dc
ora
1
de plata
0
de
piedra , que son obras del capricho de los
E statuarios? Dios , conduyc el Apóstol,
haJ.isimulado hasta aquí ,
y
como
cerra–
do los ojos par:l
no
ver estos desvaríos
de
la humana miseria
y
fragilidad : mas por
último , compadecido
de la
ignorancia
de
los hombres, les anuncia. ahora la verdad:
bien entendido, qut: los que abriendo los
ojos a
Hl
luz
L1
reconoz¡;an,
y
hagan ' pe–
nitencia de sus errores ,
los
perclonar:í:
mas los que permanecieren en su dureza
e
incredulidad , atcsorar:ín
contr;~.
sí todo
O z