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LOS HECHOS DE LOS APOSTOLES.
21
Athenienses autem om–
nes et advenae hospites ad
nihil aliud vacabant , nisi aut
dicere , aut audire aliquid no-
vi.
22
Stans autem Paulus in
medio Areopagi, ait: Viri Athe–
nienses, per omnia quasi super–
stitiosiores vos video.
23
Praeteriens enim, et vi–
dens simulachra vestra , inveni
et aram, in qua scriptum erat:
Ignoto Deo. Quod ergo ignoran–
tes colitis, hoc ego annuntio vo–
bis.
24 Deus • qui fecit mun–
dum et omnia quae in eo sunt,
hic Caeli et terrae .cum sit Eio–
rninus ' , non in manufaétis
te~-
plis habitat;
IJJ
· 25 Nec manibus humanis co–
litur in6:igens aliquo , cum ipse
• Amigos de novedad ,
y
de Uenarsc
de una ciencia vana
;
lo que prueba la
li–
gereza de su espíritu , con que les dan en
rostro stls mismos Oradores
y
Philó–
sophos.
~
E l Apóstol para abrirse
el
4c.-mino,
e insinuarse mas fácilmente en el corazon
de los Athcnienscs , empieza este admira–
ble discurso , dándoles a entender
la
gran–
de solicitud que mostraban por
la
Rcli–
gion,
y
que les hacia tocar ya en el ex-
ceso.
\j_
~~
3
Algunos creen qu rigieron esre al–
tar por consejo de Epiménidcs en recono–
cimiento del beneficio que habían recibi–
do de Dios , por haber hecho cesar
!~pes
te despues de haber implorado inútilmen–
te el socorro de otras muchas Divinida–
des , que se adoraban en toda la tierra ;
y
temiendo que les faltase alguna , erigieron
un Templo
a un Dios dc:sconocido.
L AER–
CTO
in
Epimm.
Mas fundados dicen
otros , que este honor &e daba
~1
verdade-
11
GmfS.
I.
1.
21
Y los Athenienses todos
y
los forasteros que allí mÚaban
no entendían en otra cosa, sino
en decir, o en oír algo de nue–
vo
1
•
2 2
Pablo pues puesto en pie en
medio del Areópago,dixo •: Varo–
nes Athenienses ,en todas las cosas
os veo como mas supersticiosos.
23
Porque pasando, y viendo
vuestros simulacros, hallé tam–
bien una ara, en que estaba escrito:
Al Dios no conocido •. A aquel
pues que vosotros adorais sio co–
nocerlo, ese es el que yo os anuncio,
24 El Dios que hizo el mun–
do y todas las cosas que hay en
él , este siendo Señor de Cielo
y
d~tierra
, no mora • en templos
hechos de mano; ·
25 Ni es servido por manos de
hombres
s
-~':{lO
si necesitase de
ro Dios ,
y
qne los Athenienses tenian al•
gun conocimiento de él por los Oráculo'
Qe las Sibylas ,
y
por lo que leían en sus
Phil6sophos ; pero que ignoraban su nom–
bre. Los Gentiles daban alguna vez al
D ios de los J udíos el nombre
del Dios no
•
~·o1wcido :
y
L u CIANO
entiende
por
el
JUJ
~onocido
de AthcnJs , el Dios que los
Christianos adoraba'n. Esta tercera opinion
parece
la
mas probable; porque S.
P A BLO
declara ,
q~.¡¡-yjcne
a predicarles
el
mismo
D ios que en.m"mismos adoraban sin cono–
cerle ,
y
llamaban
desconocido ,
porque es
inefable
e
incomprt>hmsible
,
y
como a tal
le veneraban.
MAl>fACH.
Orig.
Tom.
r.
L ib.
I
/ .
pag.
329·
4
N o está comprehendido ni ceó.ido a
algun espacio o lugar :
á
mes todo lo com...
prehende
y
abraza con
la
incomprehen–
sible inmensidad de su sér infinito.
s
Este Dios debe ser adorado con ur:t
culto todo espiritual : no tiene ncccsid:ld,
ni de víélimas ni de sacrificios ni de h'i-
{¡
Supra
YII.
48.