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106

LOS HECHOS DE LOS APOSTOLES.

21

Athenienses autem om–

nes et advenae hospites ad

nihil aliud vacabant , nisi aut

dicere , aut audire aliquid no-

vi.

22

Stans autem Paulus in

medio Areopagi, ait: Viri Athe–

nienses, per omnia quasi super–

stitiosiores vos video.

23

Praeteriens enim, et vi–

dens simulachra vestra , inveni

et aram, in qua scriptum erat:

Ignoto Deo. Quod ergo ignoran–

tes colitis, hoc ego annuntio vo–

bis.

24 Deus • qui fecit mun–

dum et omnia quae in eo sunt,

hic Caeli et terrae .cum sit Eio–

rninus ' , non in manufaétis

te~-

plis habitat;

IJJ

· 25 Nec manibus humanis co–

litur in6:igens aliquo , cum ipse

• Amigos de novedad ,

y

de Uenarsc

de una ciencia vana

;

lo que prueba la

li–

gereza de su espíritu , con que les dan en

rostro stls mismos Oradores

y

Philó–

sophos.

~

E l Apóstol para abrirse

el

4c.-mino,

e insinuarse mas fácilmente en el corazon

de los Athcnienscs , empieza este admira–

ble discurso , dándoles a entender

la

gran–

de solicitud que mostraban por

la

Rcli–

gion,

y

que les hacia tocar ya en el ex-

ceso.

\j_

~~

3

Algunos creen qu rigieron esre al–

tar por consejo de Epiménidcs en recono–

cimiento del beneficio que habían recibi–

do de Dios , por haber hecho cesar

!~pes­

te despues de haber implorado inútilmen–

te el socorro de otras muchas Divinida–

des , que se adoraban en toda la tierra ;

y

temiendo que les faltase alguna , erigieron

un Templo

a un Dios dc:sconocido.

L AER–

CTO

in

Epimm.

Mas fundados dicen

otros , que este honor &e daba

~1

verdade-

11

GmfS.

I.

1.

21

Y los Athenienses todos

y

los forasteros que allí mÚaban

no entendían en otra cosa, sino

en decir, o en oír algo de nue–

vo

1

2 2

Pablo pues puesto en pie en

medio del Areópago,dixo •: Varo–

nes Athenienses ,en todas las cosas

os veo como mas supersticiosos.

23

Porque pasando, y viendo

vuestros simulacros, hallé tam–

bien una ara, en que estaba escrito:

Al Dios no conocido •. A aquel

pues que vosotros adorais sio co–

nocerlo, ese es el que yo os anuncio,

24 El Dios que hizo el mun–

do y todas las cosas que hay en

él , este siendo Señor de Cielo

y

d~tierra

, no mora • en templos

hechos de mano; ·

25 Ni es servido por manos de

hombres

s

-~':{lO

si necesitase de

ro Dios ,

y

qne los Athenienses tenian al•

gun conocimiento de él por los Oráculo'

Qe las Sibylas ,

y

por lo que leían en sus

Phil6sophos ; pero que ignoraban su nom–

bre. Los Gentiles daban alguna vez al

D ios de los J udíos el nombre

del Dios no

~·o1wcido :

y

L u CIANO

entiende

por

el

JUJ

~onocido

de AthcnJs , el Dios que los

Christianos adoraba'n. Esta tercera opinion

parece

la

mas probable; porque S.

P A BLO

declara ,

q~.¡¡-yjcne

a predicarles

el

mismo

D ios que en.m"mismos adoraban sin cono–

cerle ,

y

llamaban

desconocido ,

porque es

inefable

e

incomprt>hmsible

,

y

como a tal

le veneraban.

MAl>fACH.

Orig.

Tom.

r.

L ib.

I

/ .

pag.

329·

4

N o está comprehendido ni ceó.ido a

algun espacio o lugar :

á

mes todo lo com...

prehende

y

abraza con

la

incomprehen–

sible inmensidad de su sér infinito.

s

Este Dios debe ser adorado con ur:t

culto todo espiritual : no tiene ncccsid:ld,

ni de víélimas ni de sacrificios ni de h'i-

Supra

YII.

48.