CAPITULO XVI.
10!
nit : ¿Domini , quid me oportet xoles : ¿Señores , qué es lo que
facere , ut salvus fiam?
'debo yo hacer para ser salvo?
31 At illi dixerunt : . Crede
31 Y ellos le dixeron: Cree
in Dominum Iesum ; et salvus
en el Señor Jesus ' ; y serás sal·
eris tu et domus tua.
vo tú y tu. casa.
32 Et locuti sunt ei
verb~m
32 Y predicáronle la palabra
D omini , cum omnibus qui erant del .Señor , y a todos los que
in domo eius.
estaban en su casa.
33 Et tollens eos in illa ho-
33 Y tomándolos • en aque·
ra noétis , lavit plagas eorum:
lla misma hora de la noche, lavó·
ct baptizatus est ipse et omnis
les las llagas : e inmediatamente
domus eius continuo.
fué bautizado él y toda su familia.
34 Cumquc perduxisset eos
34 Y habiéndolos llevado a
in domum suam , apposuit eis
su casa, púsoles la mesa : y ale-
mensam : et laetatus est cum
gróse con todos los de su casa
omni domo sua credens Deo.
creyendo en Dios.
35 Et cum dies faétus esset
• 35 Y quando fué de dia le en-
miserunt Magistratus liétlltres,
viaron los Magistrados a decir
dicentes : Dimitte homines
il-
por los Alguaciles
3 :
D exa ir a
Jos.
• esos hombres •.
36
Nuntia~:!~t~m
custos
36 Y el carcelero
~ió
aviso
carceris verba
ulo: Quia
de esto
5
a Pablo: Los Magistra•
miserunt Magistratus ut dimit- dos han enviado órden para que
tamini : nunc igitur exeuntes,
os ponga en libertad: pues aho·
ite in pace.
ra salid , e id en paz.
37 Paulus autem dixit eis:
37 Entónces Pablo les dixo
6 :
¿Caesos nos publice , indemna- ¿Azotados públicamente, sin for-
ros , homines Romanos mise- ma<ie juicio, siendo Romanos
7,
runt in carcerem , et nunc oc- nos pusieron en
la
cárcel,
y
aho-
culte nos eiiciunt? Non ita: sed
ra
8
nos echan fuera en secreto
•?
veniant,
No será así: mas vengan,
38 Et ipsi nos eiiciant.
~
Y éc,'os
:u
era ellos mis·
t
T . Gr.
X.!~~b ,
en Chdsto.
~
Sacándolos de allí ,
y
llevándolos a
la habitacion que tenia
el
Alcayde en lo
mas decente de
la
casa.
3
l~os
Litl:ores acompañaban a
los
C6nsulcs Romanos , llevando un haz de
varas ,
y
una segur arada en medio de
ellas , pronros siempre a cxccutar sus ór–
denes. Los que scrvian a los D ecuriones
llevaban
una
vara
o baston
en
la
mano,
'jUC
era señal de
su
ministerio.
+
O porque supieron lo que babia pa-
sado en la cárcel , o porque sosegado ya
el
~ucblo
, creyeron que basta6a aquel
castigo.
s
Lleno
de
contento ,
y
holgándose~
de llevarles una
tal
nueva.
6
A
los Liétorcs.
7
Era un
atentado conrra
la
magestac!
y
libertad del Pueblo Rom:mo
;
y
Pablo
era
de Tarso ,
cuyos vecinos gozaban
este
privilegio.
8
Y
ahora para cubrir su falta.
9
MS.
A
escuso.