Table of Contents Table of Contents
Previous Page  108 / 838 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 108 / 838 Next Page
Page Background

l OO

LOS H ECHOS DE LOS APOSTOLES.

tu nicis eorum

a

,

iusserunt eos

virgis caedi.

23 E t cum multas plagas eis

imposuissent , miserunt eos in

carcerem , praeci pientes custodi

ut dili genter custodiret eos.

24 Qui cum tale praeceptum

accepisset , misit eos in interio–

rem ca rcerem , et pedes eorum

strinxit lig no.

25 Med ia autem noél:e P au–

lus et Silas orantes , laudabant

D eum : et audiebant eos qui

in custodia erant.

26 Subito vero terrae mo–

t os faél:us est magnus , ita ut

moverentur fundamenta caree.;

ris : et statim aperta sunt om–

nia ostia, et universorum vin–

cula soluta su nt.

27

EJUÓergefaél:us autem co–

stos ca rceris , et videos ianuas

apertas carceris ,

evagina~o

gla–

dio volebat se interficere, acsti–

mans fugisse vinél:os.

28 Clamavit autem P aulus

voce magna , dicens : N ihil ti–

bi maH f<::ceris ; universi enim

hic sumus.

tS

29 Petitoque lumine, intro–

g ressus est : et tremefaétus pro–

cid it Paulo et Si 1e ad pedes :

30 E t produc "s eos fo ras,

<-

D e losApóstoles parapoderlosazotcr.

MS.

En la foudonera cárcel.

3

En aquellos primeros tiempos los

Christianos acostumbraban lcvant:wsc a

media noche para orar

y

:~!abar

a D ios,

C;tntando H

y

mnos

y

Psalmos.

4

M$.

Todos los ligamientos.

5

Por temor de que le casticr:trian,

(;:Uip:índole de que por descuido

0

suyo

rasgando las túnicas ' de ellos,

mandáronlos azotar con varas.

23 Y despues de haberles da–

do muchos golpes , metiéronlos en

la cárcel, mandando al carcelero

que los guardase estrechamente.

24 E l luego que recibió esta

órden , los puso en un calabo–

zo

2

,

y

metiólos de pies en el

cepo.

25 Mas a media noche' pues–

tos en oracion P ablo y Silas , ala–

baban a Dios : y los que estaban

presos los oían.

z6

Y súbitamente se sintió

un terremoto tan grande , que

se movieron los ci mientos de la

cár~l

:

y

se abrieron luego to–

das las puertas , y desatáronse

olas prisiones de todos

4.

27

Y habiepdo despertado el

carcelero

,"<¡~vió

abiertas las

p uertas de la cárcel, desembay n6

la espada,y se quería matar

s,

pen–

sando que habían huido los presos.

28 Mas Pablo clamó en al–

ta voz , d iciendo: N o te hagas

ningun mal; porque todos esta–

mos

ag ~í

6

29 E l entónces pidió una luz,

y

entró dentro: y temblando se ar·

rojó a los pies de Pablo y de Silas 7:

30 Y --;índoles fuera , di-

se habi:tn escapado los presos.

G

Pablo

y

Si las no quisieron movers=

de su puesto : los otros presos , o sobre–

cogidos del esp:tnro

que

les causaba el ter–

remoto, o ignorando que estuviesen abier–

tas

J~s

puerras de la cárcel , tampoco se

lllOVJeron.

7

l')ara "darles gr:Jcias por haberle es–

torbado quitarse

la

vida como

iolentaba.

li

I r. Corinth. z.I .

25.

I . Thessnf. II. 2. P hi/ipp. I .

13.