CAPITULO XVI.
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quae quaestu111 magnu m praesta- cho que ganar a sus amos adi-
bat Dominis suis divinando. -
vinando.
17 H ace subsecuta Paulum
1·7 Ella siguiendo a Pablo
y
et nos , clamabat, dicens : l sti
a nosotros, daba voces, diciendo:
homi oes serví Dei excelsi sunt,
Estos hombres son siervos del
qui annuntiant vobis viam salu- Dios excelso , que os anuncian
tis.
el camino de la salud '.
18 Hoc autcm faciebat mul-
18 Y esto lo hacia muchos
tis diebus. Dolens autcm Pau- días. Mas fatigado Pablo • , se
lus , et conversus , spiritui di- volvió,
y
dixo al espíritu : Te
xit: Praecipio tibi in nomine Je- mando en el nombre de J esu
su Christi exire ab ea. Et exiit
Christo que salgas de ella.
Y
cadem hora.
en la misma hora salió.
19 Videntes autem Domini
19 Y quando vieron sus amos
eius quia exivit spes quaestus
que se les había escapado la espe-
eorum, apprehendentes Paulum
ranza de su ganancia, echando ma-
et Si lam , pcrduxerunt in forum
no de Pablo
y
de Silas , lleváron-
ad Príncipes :
l'bs al Juzgado a los Príncipes':
20
Et offercntes eos Ñlagi-
20
Y presentándolos a los
stratibus, dixerunt : Hi homi,._ Magistrados , dixeron : Estos
nes conturbant Civitatem ·no- hombres son Judíos
4 ,
y
albo-
stram, cum ·
si~i:
rotan nuestra
Ciudad~
21
Et annuntiant morem,
21
Y predican costumbres,
quem non licet nobis suscipere
que a nosotr<;>s no nos es líci-
neque facere , cum simus Ro- to recibir ni guardar, siendo Ro-
mani.
manos
s.
22
Et cucurrit plebs adver-
22
Y el pueblo se atropelló •
sus eos : et Magistratus , scissis
contra ellos :
y
los Magistrados
~~
'
•
T. Gr.
~~'i'v,nos
muestr:m. El espí–
ritu maligno se trasforma algunas veces en
Angel de luz. Dió
tcstir~i_o
de la ver–
dad , esperando por
cstc~io,
o que le
dcxari:tn en pacífica posesion de lo que
te–
nia , o que si le echab.m de allí , se movc–
ria una violenta pcrsccucion , que arruina–
ría todo
el
fruto que podrían hacer con la
prcdicacion del Evangelio.
"a
Compadecido , o rambicn no pu–
diendo oir con p3cicncia unas :tlabanzas
que le daba
el padre de
l:t
mentira ,
e
imitando en esto
a
su M.1cstro , que no
quiso el testimonio del• diablo.
MARC.
1.
'4·
y
;)4·
3
Los Decuriones eran
el
Magistrado
o
Consejo público de las Colonias.
4
Los Judíos comenzaban a ser
abor–
Tom.ll.rccidos por todas partes. E l Emperador
Claudia los habia mandado echar de
Roma
como~edí
iosos. Cap.
XVI
Ir. 2 .
Los Romanos
nfundi:m en los prime-
ros tiempos
Chrii\i:mos con los
Ju-
díos , creyendo
qul!
eran unos mis–
mos.
.,s
Los de Philipos se gobernaban por
las Leyes
Rom~nas,
y
reconocían muchos
Dioses como Jos Romanos. Por esto
di–
cen , que no podian recibir ni seguir
una
,{'-doéhina , que reconocía
y
predicaba uno
solo.
Y
t:unbien les imputaban que
que–
rían
introducir las costumbres y ritos de
los Judíos , tan contrarios
a
los de la Co–
lonia.
6
T. Gr.
crwi'~Ti~"
OZxMr ,
se levmu6
el pueblo.
N 2