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CAPITULO XVIII.

IT3

por órden ' la tierra de ·Galacia

y

la Phrygia, fortaleciendo a

to–

dos los discípulos.

bulans ex ordine Galaticam re–

gionem et Phrygiam , confir–

maos omnes discipulos.

24 ludaeus autem quidam,

Apollo nomine , Alexandrinus

genere , vir eloquens , devenit

E phesum , potens in Scriptu–

ris.

25 Hic erat edoél:us viam

Domini : et fervens sprntu

loquebatur , et docebat di–

ligenter ea quae sunt lesu,

sciens tantum baptisma loan–

nis.

26 Hic ergo coepit fiducia–

liter agere in Synagoga. Quem

cum audissent Priscilla et Aquí–

la ., assumpserunt eum, et dili–

gentius exposuerunt ei viam lila–

mini.

27 Cum autem vellet ire

Achaiam , exhort · fratres scri–

pserunt disci, ,_ ..,

sciperent

eum. Qui um venisset , con–

tulit multum his qui credide-

rant.

28 Vehementer enim Iudaeos

6ia de Jcrusalem , como madre que erade

b s

Otr:lS ,

adonde

subi6 Pablo ;

y

luego

bax6 a Ccsaréa de Palestina ,

y

a Antio-

quía de Syria , de las qu

entiende la

Escritura quando se nom n absoluta-

mente.

'

Hizo este viagc por tierra.

2

T. Gr.

Tci

:i:tpl

Tit

ae.vpiv ,

lo que mi-

raba al Señor

,

su doéh ina , su Pasion,

Rcsurrcccion....

3

Este era sin duda Catecúmeno ,

y

del

m\mcro

de aquellos de quienes se ha–

bla

en

el principio del capítulo siguien–

te.

S.

C u RYSOST.

H omil.

XL.

4

MS.

E esplmzcírouk

s Habiendo sido largo tiempo discí–

pulos de S. Pablo , se pusieron en estado

ilc podl.!r instruir auna los mas sabios

y

ferR

1 om. ll.

24 Y vino a E pheso un Ju–

dío por nombre Apolo , natural

de Alexandría , hombre eloqüen–

te, y muy doél:o en las E scritu–

ras.

25 Este estaba instruido en el

camino del Señor:

y

hablaba con

fervor de espíritu , y enseñaba con

diligencia lo que pertenecía a Je–

sus • , y solo conocia el bautismo

de Juan

3 •

26 E ste pues comenzó a ha–

blar con libertad en la Synago–

ga. Y quando le oyeron Prisci–

laoy Aq uila , lo llevaron consigo,

y

declaráronle

4

mas cumplida–

mente el camino del Señor

s.

27 Y queriendo él ir a la A–

caya , habiéndole alentaoo

6

a ello

los hermanos, escribieron a los

discípulos que lo recibiesen. Y

quando estuvo allí , aprovechó

mucho a los que habían creído

7 •

28 Porque con gran vehemen-

vorosos. Y es digno de

admir:~rse ,

y

mu–

cho mas de imitarse este grande excmplo

de

humild:~d

en un hombre

t:~n

cloqiicnte

y

cstim:~.do

de todos , que quisiese recibir

jnsrrucciones

~n

auesano

y

de una

mu¡er.Apolo estaba inclin:tdo

a

pasar

a la

Acaya ;

y

los Christianos de Ephcso , co–

noGtcndo el fruto

de

su viagc , le alenta-

ra~ m~. 'Jr.c~~Ii~~~r:~~;;o~'

por !agra-

cia.

Este

A

polo pasó despucs

:1.

Corimbo,

en donde se adquirió mucho crédito por

sus cloqticntes discursos

;

lo qua_!

produ~o

dos o tres años despues una

~chgrosa

dl–

''ision de

b.

qua1 habla S. l

ABLO

en sn

primc:a Carta a los de Corintho ,

Cap.

1.

l O. 1 1. U .

p