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SAN MATHEO.
3 Et ecce quidam de Scribi <
dixerunt intra se : H ic blasphe–
mat.
4 Et cum vidisset Iesus co–
gitationes eorum , dixit : ¿Ut quid
!;;;,_::;j s mala in cordibus ve-
s¡;ris ?
-·
5
¿Quid est facilius
icere:
l"imittuntur tibi peccata tua ; a
d':icere : Surge , et ambula?
6 Ut autem sciatis, quía
fi–
lius hominis habet potestatem
tn
terra dimittendi peccata , tune
ait paralytico: Surge, talle le–
él:um tuum , et vade in domum
tuam.
7 Et surrexit, et abiit in do–
mum suam.
8 Videntes
autem
turbae
timuerunt , et glorificaverunt
•Deum , qui dedit potestatem
talem hominibus.
9 Et
a
cum transiret índe le–
sus, vidit hominem sedentem in
Telonio, Matthaeum nomine. Et
ait illi : Sequere me. E t surgens
: ecutus est eum.
ralytico, por
Ja
grandt1multitud de gente
<JUC
llenaba la casa ,
y
que estaba escu–
chando sus palabras , subieron al rejado,
descubrieron una parte de él
,
y
por la
abfrtura descolgaron la cama ,
y
al J>ara–
ly'iíco en ella ,
y
le presentaron al Señor:
lo que prueba una fe muy viva , que les
inspiró un medio tan extraordinario para
salir con su intento.
• Como los Doltores de la Ley le
fé–
ni:m por un puro hombre ,
y
sabian por
orra parte que el y erdonlf los pecados
pcrrenccia solamente a Dios ; le acusaron
en su interior de blasfemo ,
y
de que se
usurpab.t un poderi!
ue ·
',Propio de
Dios.
Pero
el
Seóor penet
o sus
~nas
ocultos
pensamientos , les
10 bien
cla11
a emen–
der que
~~~
·
s,
dcscubriénd
ts
lo que
11
.lrr. 11.
14.
Lur. v.
'
_7·
'-
3 Y luego algunos de los Es–
cribas dixeron entre sí : Este bias·
fema '.
4 Y como vieseJesus Jos pen–
samientos de ellos , dixo:
¿Po~
qué pensais mal en vuestros co–
ra7.ones?
5
¿Qué es mas fácil decir:,
8
P erdonados te son tus pecados;
0
decir : Levántate, y anda '?
Q
Pues para que sepais , que
el
~~~o
del hombre tiene poder
sobre la tierra de perdonar peca–
dos, dixo entónces al paralyti–
co :
r
.evántate ' toma tu lecho'
Y'.
vete a tu casa.
7 Y levantóse,
y
fuese a su
casa.
8 Y quando esto vieron las
gentes , temjeron y
loaron a
Dios , que dió tal poder a lo:.
hombres.
9 Y saliendo Jesus de alli,
vió un hombre, que estaba senta–
do al Banco , llamado Matheo •.
y
dlxole: Slgueme. Y levantán–
dos<; sjguióle.
'
':-e
l·
pensaba'~
".!n el secreto de sus corazones:
1o que t·
.bien es propio de D ios.
2
Qu
de
estas dos cosas es mas
f:zcil:
¿sanar el cuerpo de un paralytico , o per–
donar los pecados del alma?
No hay
du–
,rl'l
que el curar a un paralyric:o
;
porque
~uanro
el
al.,"la es mas excelente que el
cuerpo
,
orro tanto son mayores sus enfer--
medades ,
y
mas difíc.:iles
de
curar.
.Esto
no obsramc
,
por quanto la curacion del
alma es oculta ,
y
la
del cuerpo visible
y
manifiesta
,
quiero haceros conocer la ver–
dad de
lo
que no está patente
a
vuestros
ojos
,
por
lo
mismo
que veis con ellos..
SAN GBR6NYMO.
3
Los otros Evangelistas
le
JlamaQ
Lrví ,
porque era ménos conocido por
este
J}ombr
:
pero él a sí mismo
se
noru-.