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CAPITULO XIV.

539

C A P l T U L O X I V.

Prosigue el Señor uonsolando a sus discfpulos

,

y

declara que htty

,¡¡

1

~

chas moradas e11

la cas¡t de srt Padre. Dice a Thomás

,

que él es

carnina

,

vida ·Y vet·dad

:

y

a Phelipe

;

que el que lo vé a él , vé a su

Pad1·e

:

que couseguiráu todo lo que pidiet·en en

Sil

nombf>e :

y

que les

envim·á del Padt·e el Esph-itu Consoladot·. Explica quiénes sea11 sus 'IJ1r–

daderos discfpulos ,

y

quál es la paz que él les desea,

y

que el mundri

110

conoce. L es dice por ,fifimo, que deben alegrarse _de su pm·tida,

1

Non turbetur

ca:

ve–

strum. Creditis in Deum , et in

me credite.

2

In domo Patris mei man–

siones multae sunt ;

si

quo mi–

nus, dixissem vobis : Quía va–

do parare vobis locum.

3 Et si abiero, et praepara–

vero

vobis Jocum ; iterum ve–

nio , et accipiam vos ad meip–

sum, ut ubi sum ego , et

vos si–

tis.

4 Et quo ego vado , scitis,

et viam

sci

tis.

Como el

Señ.or

aCababa

de decirles,

que Pedro le negaria tres ve

y

les ha–

bi:t manifest:1do que uno de ellos le ven–

dcri¡; ,

y

sobre todo que su muerte cstal>a

ya cen.:a , enrr:u on en

una

grande tristeza

y

mclancolí.t. Y el Señor para alen.rarlos

les dice, que nsí como creían

y

ponian

e1

D ios roda su confianza , la pusiesen ram–

bien en él , pues con tal proteccion no re–

nian de que temer, y saldrían l>ien de

ro–

dos los peligros.

~

Aunque os

he

dicho que no podciS

' 'cnir ahora a donde yo voy , no os afli–

jais

¡

porqul! no por eso os privo de b es–

peranza dt.: tener lugar conmigo en

el

Rey~

J\0

de mi Padre: lugar hay tatnbien para

vosorros , puesto que en aquella cJsa hay

muchas moradas , que

corre~~ondcn

a los

diversos gr:tdos de méritos

Ct!

sus habita–

dores. Y tan léjos csti de que mi partida

Tom. l.

·

(j

N

o se turbe vuestro co-

razon '. Creeis en Dios , creed

t5mbien en mí.

.

2

En Ja casa de tm Padre hay

· muchas moradas • ; si así no fue–

ra, yo os lo hubiera dicho: Pues

voy a apárejaros luga r.

.. 3 Y si me fue re,

y"

os apa–

rejáre lugar; vendré

3

otra vez,

y os tomaré a mí mismo , para

0

que en donde yo estoy , esteis

tambien · vosotros.

4

Tambien sabeis a dónde

voy , y sabeis el camino

4.

os pueda servir de impedimento para

e~

trar

en

ella , que pól' el conrrario

me

ade–

lanto a prepararos el asiento y lugar que

corresponde

a

cada uno de vosotros.

SAN

P ABLO

dice, que como

el

Sol titiJle su

res~

plandor , la Luna el suyo ,

y

1rs

estrellas

-4

el suyo , y que enrre

las

estrellas hay unas

que brillan mas ,

y

otras ménos; lo mis–

mo sucederá en la resurreccion de los

muertos, en la que unos tendrán mayG>r

a-l'bria ,

y

otros menor.

Y

tales son las di–

ferentes morada! d

e la

casa del Padre

E–

terno. S.

GnRÓ

t.ro.

l

Lo qual en parte se cutnple en la

muerte de cada uno:

y

se cumplirá con

mayor pcrfecciol\, el dia del juicio.

4

1:

os saB'émos que

J

esu Christo

partió a su Padre ,

y

que rodos nuestros

deseos allá deben encaminarse

y

dirigirse.

Sabe1nos rambien que el camino que si-

Yyy>