CAPITULO XIV.
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C A P l T U L O X I V.
Prosigue el Señor uonsolando a sus discfpulos
,
y
declara que htty
,¡¡
1
~
chas moradas e11
la cas¡t de srt Padre. Dice a Thomás
,
que él es
carnina
,
vida ·Y vet·dad
:
y
a Phelipe
;
que el que lo vé a él , vé a su
Pad1·e
:
que couseguiráu todo lo que pidiet·en en
Sil
nombf>e :
y
que les
envim·á del Padt·e el Esph-itu Consoladot·. Explica quiénes sea11 sus 'IJ1r–
daderos discfpulos ,
y
quál es la paz que él les desea,
y
que el mundri
110
conoce. L es dice por ,fifimo, que deben alegrarse _de su pm·tida,
1
Non turbetur
ca:
ve–
strum. Creditis in Deum , et in
me credite.
2
In domo Patris mei man–
siones multae sunt ;
si
quo mi–
nus, dixissem vobis : Quía va–
do parare vobis locum.
3 Et si abiero, et praepara–
vero
vobis Jocum ; iterum ve–
nio , et accipiam vos ad meip–
sum, ut ubi sum ego , et
vos si–
tis.
4 Et quo ego vado , scitis,
et viam
sci
tis.
Como el
Señ.oraCababa
de decirles,
que Pedro le negaria tres ve
y
les ha–
bi:t manifest:1do que uno de ellos le ven–
dcri¡; ,
y
sobre todo que su muerte cstal>a
ya cen.:a , enrr:u on en
una
grande tristeza
y
mclancolí.t. Y el Señor para alen.rarlos
les dice, que nsí como creían
y
ponian
e1
D ios roda su confianza , la pusiesen ram–
bien en él , pues con tal proteccion no re–
nian de que temer, y saldrían l>ien de
ro–
dos los peligros.
~
Aunque os
he
dicho que no podciS
' 'cnir ahora a donde yo voy , no os afli–
jais
¡
porqul! no por eso os privo de b es–
peranza dt.: tener lugar conmigo en
el
Rey~
J\0
de mi Padre: lugar hay tatnbien para
vosorros , puesto que en aquella cJsa hay
muchas moradas , que
corre~~ondcn
a los
diversos gr:tdos de méritos
Ct!
sus habita–
dores. Y tan léjos csti de que mi partida
Tom. l.
·
(j
N
o se turbe vuestro co-
razon '. Creeis en Dios , creed
t5mbien en mí.
.
2
En Ja casa de tm Padre hay
· muchas moradas • ; si así no fue–
ra, yo os lo hubiera dicho: Pues
voy a apárejaros luga r.
.. 3 Y si me fue re,
y"
os apa–
rejáre lugar; vendré
3
otra vez,
y os tomaré a mí mismo , para
0
que en donde yo estoy , esteis
tambien · vosotros.
4
Tambien sabeis a dónde
voy , y sabeis el camino
4.
os pueda servir de impedimento para
e~
trar
en
ella , que pól' el conrrario
me
ade–
lanto a prepararos el asiento y lugar que
corresponde
a
cada uno de vosotros.
SAN
P ABLO
dice, que como
el
Sol titiJle su
res~
plandor , la Luna el suyo ,
y
1rs
estrellas
-4
el suyo , y que enrre
las
estrellas hay unas
que brillan mas ,
y
otras ménos; lo mis–
mo sucederá en la resurreccion de los
muertos, en la que unos tendrán mayG>r
a-l'bria ,
y
otros menor.
Y
tales son las di–
ferentes morada! d
e lacasa del Padre
E–
terno. S.
GnRÓ
t.ro.l
Lo qual en parte se cutnple en la
muerte de cada uno:
y
se cumplirá con
mayor pcrfecciol\, el dia del juicio.
4
1:
os saB'émos que
J
esu Christo
partió a su Padre ,
y
que rodos nuestros
deseos allá deben encaminarse
y
dirigirse.
Sabe1nos rambien que el camino que si-
Yyy>