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SAN JUAN.
.
ad Pontífices et Pharisaeos. E t
d ixerunt eis
illi :
¿Quare non
adduxistis illum?
46
Respondcrunt Ministri:
N umquam sic Jocutus est ho–
rno , sicut hic horno.
....!iioi7
Re~ponderunt
ergo
eis
..--.·isaei : ¿Numquid et vos
seduéti estis?
48
¿Numquid ex Principibus
aliguis c red idit in eUin , aut ex
Pharisaeis?
49
Sed turba hace, quae non
novit Legem, maled iéti sunt.
so
Dixit Nieodemus ad eos •,
ille qui venit ad eum noéte, qSi
unus era t ex ipsis:
51
¿Numquid Lex nostra i:u–
dicat hominem , nisi prius au–
dierit ab ipso • , et cognoverit
quid faciat?
;:
'"-
52 Rcsponderunt , et dixe–
runt ei: ¿Numquid et tu Gali–
laeus es? Scrutare Scripturas,
Con estas palabras no solo manifies–
tan la <1dmiracion que les habian causndo
las palabras del Salvador, sino que conde–
n:m visiblemente la nola voluntad de Jos
que habian cn,·iado a prenderle:
!1
Si los Phariséos estuvieran ménos
prcocupad.os, era
natural
que hubiesen
t::
prcgumalo a estos
Ministros ,
qué cosa
cr:~.
lo que habia hecho tanta i.mpresion
en su ánimo , que los habia dexado co–
JUO
sin m:mos
y
sin accion para execu–
tar las órdenes que IJe,•aban : pero ellos
ciegos
y
preocupados trataron
de
sedu~
cion
y
engaño todo lo que podia con–
tribuir a
aumentar el
·édito de J csu
Christo.
3
¿Vcis que crea
en
ese hombre que
vosotros aJabais , alguno d,e los P ríncipes
~
de los Ph.1riséos , que
~n
lo
)e en-
tienden
J.¡
Ley? Por tanto
C:Jebeís
a . Suprn
III.
:z .
a los Príncipes de los Sacerdotes
y
a los Phariséos. Y estos les dixc–
ron : ¿Por qué no le ha beis traldo?
46 Respondieron los Minis–
tros : N unca así habló hombre,
como este hombre'.
47 Replicáronles Jos Phari–
séo~
:
· ues qué vosotros habeis
sid
mbien seducidos •?
4 ··
¿Pqr ventura ha crddo en
él alguno de los Príncipes , o de
los
PI'•
a riséos ' ?
49 Pero esas gentes del vulgo,
que no saben la L ey, malditas son.
so(J
Díxoles Nicodemo, aquel
que vino a J esus de noche, que
era uno de ellos:
sr
¿Por vent¡Jra nuestra Ley
juzga a un hombre , sin haberle
oído
priJnero,
y
sin inforn1arse
de lo que ha hecho?
· .
f
52 Respondié ronle,y dixeron:
¿Eres tó por ventura tambien Ga–
liléo
4
? Escudriña las Escrituras,
seguir ,
y
no a ese vulgo que por ignorar
Ja
Ley
es cx€crabJe
y
maldito de D ios.
E ste discurso es semejante al que podri:l
hacer un
~o,
culpando
a
la luz del SoJ
porque no
veía ,
sin reparar que la
falta
est.:~.ba
en
sus propios ojos.
E stos
llhari–
séos. pretendían autorizar néciarnentc su
voluntaria ceguedad con la multitud de
~ros
ciegos sus semcj:mres.
4
A
esta sólida pregunta de Nicode–
mo debían responder los llhariséos ,
ha–
ciéndole presente los motivos que
ellos
tenían
p~u·a
mandar que se prendiese a J e–
sus. Pero le responden con una doble in–
juria , primeramente tratándole de Gali–
léo , que en
su
opinion era un grande im–
properio
;
porque creían que no podía sa–
lir nada bueno de Galiléa :
y
en segundo
lugar dándole en rostro con una grosera
ignorancia
d~
las Escrituras.
.
D~uter.· :XY:II.
8.
ei~I~.
15. ·