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SAN · JUAN.
27 Et non cognoverunt quía
Patrem eius dicebat Deum.
.28
D ixit ergo
eis
Iesus:
Cum exalcaveritis Filium ho-
1/'Ínis ,
tune cognoscetis quía
ego sum , et a mei pso facio ni–
hil ,
sed sicut docuit me Pa–
t.
,
haec loquor:
29 Et qui me misit , me–
cum est , ee non reliquit me so–
lum : quia
ego quae
placita
sunt ei tacio semper.
30 H aec illo lqquente, mul–
ti
cred iderunt in cum.
31
Dicebat ergo Iesus ad
eos , qui crediderunt ei ,
Ñ–
da.eos : Si vos manseritis in ser–
mone meo , vere discipuli mei
eritis :
. 32 Et cognoscetis veritatem,
~t
veritas liberabit
vos.
"'
33
Responderunt ei : Semen
Abrahae sumus , et nemini ser–
vivimus umquam : ¿quomodo tú
dicis ; Libeti eritis
~
del
odio injusto que me reneis , de vues–
úas prevaricaciones
...
Mas
wdo
esto fué
anunciado por Jos l opheras , por cuya
Doca habbln
Dios ,
cuyo
resrimonio
es
i~1f.1lible
:
y
por consiguiente lo es tam–
bicn el
~io
, pues no hablo
...
tO
•
s
El
mayor
de todos los delitos que
cometeréis en mi
pcr~on~ ,
al.zándome
y
l!aciéndome morir en una Cruz , os obli–
gad
por
último a que reconozcais que y o
soy el que ramas veces os he dicho. Esto
s'c verificó en los prodigios que se viefon
~n
su .Muerte: en su Resurreccion glorio–
sa : qu:mdo cn"ió el E
..
¡tu
Saoto : en l:1
predicacion ,
const:mci~
y
milagros de los
Ap6stelcs:
y
últim:unente en la
ruín:a de
Jerus:dem ,
y
en
la
disnersión
y
toral ex-
íerminio
dt:
los
Judíos.'-
·
•
2
Porque en quamo
oy una
iriisma
cosJ
con él ;
y
en
uantO hom–
ltrt: no atiendo a ou·a cos
sino
~
cum-
27
Y
no entendieron que a su
Pad re llamaba Dios.
28 Díxoles pues Jesus : Quan–
do hubiereis ensalzado
al
Hijo
del hombre ' , entónces entende–
réis que yo soy, y que nada ha–
go de
mí
mismo , mas como mi
Padre me
mostró, esto hablo:
~
Y el
q.ueme envió, con–
migo está, y no me dexó solo •:
porque yo hago siempre lo que
1~
plfice a él.
. 30 Diciendo él estas cosas,
creyeron muchos en él.
3~
YdeciaJesusalos
J~:díos,
que en él habían creído
3 :
Si vo–
sotros perseveráreis en mi. pala–
bra , verdaderamente sereis mis
di·scípulos:
32 Y conoceréis la verdad,
y ,
la verdad libraros ha ••
33 R espondiéronle : Linage
somos de Abraham, y nunca ser–
vimos a ninguno : ¿pues cómo die
ces tú : Seréis libres
s
~
p!ir en todo su voluntad.
3
~stos
creyeron pasageramente
y
fOr
algun
ncrr '
como se verá dcspucs ; lo
que no basta para ser verdadero ?iscípulo
de
Jesu Christo. Para esto es necesario
persev-erar hasta el fin en la fe
y
e(l la
pi-;lélica del Evangelio.
tf;
'*
Pasarian a gozar de la Jibert:ld de
l.9s bijo.s de D ios , dándoles el conoci–
miento de la verdad figurada por las som–
bras de
la
Ley. Solo Jesu Christo podia
darles esta libertad, libr!í.ndoJos de los pc–
~ados ,
que
eran l
os que los hacim,esclavos.
s
Aunque
el
Seii.orhubiera podido
re~
plicarles , haciéndoles presenre
la
esclavi–
~ud
en que
habian
estado
en
Egypto ,
en
l}aby Jonia,
y
aun entónces mismo
baxo
el yugo del Imperio de los Romanos ; se
comentó. con proponerles otro género de
escJa,•irud t!n que ellos no pensaban,
y
de
b.
.qual ·pretendia libena.rlos.