SAN JUAN.
glorifico meipsum , gloria mea
nihil est: est Pater meus, qui
glorificat me , quem vos dicitis
c¡uia Deus vester est,
· 55 Et non cognovistis eum:
ego autem,_novi eum: Et si: di–
xw
quía non scio eum, ero si–
miTis vobis mendax. Sed scio
eum, et sermonem eius servo.
56
Abraham pater vester ex–
ultavit ut videret diem meum:
vidit , et gavisus es
t.
57 Dixerunt ergo ludaei ad
eum: ¿Quinquaginta annos non–
duro habes , et Abraham viclt–
sri?
58 Dixit eis Iesus : Amen,
amen dico
vobis
, antequam
Abraham fieret, ego sum.
59
Tulerunt ergo la p\!Jes ut
Jacerent in eum : Iesus autem
r
S
i yo me apropiára lo que es de
tro , o
busd.rami propia honra en lo que
digo ,
mi honrano mereceria aprecio. !>e–
ro hay qu.ic.n cuide de mi honra , que es
mi Padre.
z Abraham , a
~icn
prometió D ios
que naccria de su linagc
el
V erbo .Encar–
nado , deseó con ansia saber el tiempo en
que se cumpliria esra promesa ,
y
Dios se
t..
Jo hizo cS':ooccr. Se cree que se lo reveló
en el mysrerioso sacrificio de su hijo Isaac.
S.
ÜVRJ L.
in loamz. Lib. vr·.
Y
así vió
dt! Jéjos este mystcrio
y
con los ojo1 de la
fe, como se declara en la
Epístola a los
H ebréo.r
r
r.
13.
0
3
Otros
trasladan ;
saltó de go-
zo4
N o sabiendo los a "'s que podia te–
ner el
Señor , no ful!ron escasos
en
aumen–
társelos; como si dixeran; Démos que es–
tés cerca
de
los cinqüe
~a
años , ¿cómo
puedes haber visto
a
Abraha~1e
hace
ramos siglos que muri6 ?
L os
J udíos le
mi–
raban como hombre ,
y
el Señor babbba.
de
~í
J,nismc;>
COIUO
Dios.
me glorifico a ml mismo ,.mi glo·
ría nada es : mi Padre es quien
me glorifica, el que vosotros de–
cís que es vuestro Dios ' ,
SS Y no le conoceis : mas yo
le
conozco:~
si dixere que no le
conozco , seré mentiroso como
vosotros. Mas le conozco ,
y
gu~
su pa·labra.
56
Abraham vuestro padre
deseó • entrañablemente ver· mi
dia : vióle, y gozóse ' ·
57 Dixéronle entónces
los
Judíos : ¿Aun no
tienes cin–
qüent'.L años ,
y
has visto a A–
braham
4?
58 Díxoles Jesus : En ver–
dad, en verdad os digo, que ántes:
que Abraham naciese, yo soy
s.
59
Tornaron entónces pie–
dras para cirárselas : Mas J e-
s
Antes que Abraham naciese ,
~iyie
se , fuese engendrado,
yo
soy ,
dice ,
y
no
yo
era ,
lo que
admirablemente explica la
eternidad de su sér. Esta declaracion tan
expresa de su D ivinidad , apoy.tda con
otros
infi1~i
t
testimonios , no solamcllte
no sirvió
a
abrirles los ojos , sino
que
los llen6 e furor para armarse de piedras,
y
pretender apedrearle como a blasphc–
JUO.
Y
esto
se
cndende no solamente
en
J.J,uanto
a la
esencia Divina , sino tambien
en quanto
a la
gracia
y
a la virtud :
y
así
se dice del cordero
que
fué muerto desde
el principio
del mundo. Se debe
advertir
aquí ,
que en este texto se hall;¡ una prue–
.ba muy clara dt: la Divini-dJ.d de Jcsu
Christo contra los Socinianos.
Y
S.
AGus–
TlN
Trall.
ZL 1 11.
iu l omm.
delfierrl
de
la
V ulgata
que
se
a
tribu
y
e a
Abraliam ,
y
de
ego sum
entendido de Jesu Christo,
muestra contra los Arrianos que Abrah:un
era
una
cosa hecha ,
f alluram
lumrmzam;
y
queJésu""Ciuisto es una cosa que
es,.
qui
e.st,
por su naturaleza
y
por
su subs–
T<YJ.CiJ
1
¡in ser hecho.