SAN · JUAN.
o
isti eum , et qui Joquitur
te–
e um ,
i
pse es
t.
38 At ille a it: Credo Domi–
ne. Et procideos adoravit eum.
39 Et dixit Iesus: In iudi–
cium ego in hunc mundum ve–
ni
a
ut qui enon vident videant,
et
1jUi
vident caeci fian t.
40 Et audierunt quidam ex
Phar isaeis, qui cum ipso erant,
et dixerunt ei: ¿Numquid et nos
caeci sumus ?
41
Di xit eis Iesus : Si cae–
ci essetis , non haberetis pecca–
t um , nunc vero dicitis :
Quit
videmus ;.peccatum vestrum ma–
net.
Esto es, ní le vés al present&S.CY–
.lL.
ut supr.
o segun otros:
trí.
le luzs -vis–
to ;
expcrimenmndo en tí su divina virtud
quando te dió la vista.
'l
Para hacer brillar este terrible juicio,
que los que reconocen de buena fe su cc–
ucclad , sean alumbrados de
la
luz divi–
: y
los que confian en sus propias lu–
ces
,
sc:m castigados por la ceguedad de
su corazon.
visto ' , y el que habla contigo
ese n1ismo es.
38 Y él dixo : Creo , Señor.
Y
postrándose le adoró.
39 Y dixo Jcsus: Yo vine a
este p1undo para juicio: para que
vean los que no vén , y Jos que
vén se hagan ciegos •. ·
4'tr
Y
oyéronlo algunos de los
Phanséos , que estaban con él, y
dixéronle: ¿Pues qué nosotros
so–
mos t!mbien ciegos?
41
Díxoles J esus : Si fue–
seis ciegos , no tendríais peca–
do
3,
S'
ahora porque decís: Ve–
mos ; permanece vuestro peca–
do.
.'
Si conocieseis 'rucstra ceguedad, re–
currirí:tis a aquel que puede curarla ,
y
or
libraría de vuestros pecados : mas por
quanto no la reconoceis
,
y
os teneis por
los
videntes,
ni buscais el Médico que os
])Udiera curar , por esto permaneceis en b
ceguedad de vuestro pecado , o vuestro
pecado permanece en vosotros
y
os tiene
ciegos ,
y
por lo mismo incurables. El
G riego lee
el pecado
11uestro.
.
CAP 1 TUL O
~-
,
P1·oponi!J el _S eJior a los Jurifos la parábola riel bueno
,
y riel mal Pas–
t or. Ch1·isto es la puerta de las o¡¡rjas
,
y el bue11 Pastor
;
el qual
tiene t nmbien
OtYflS
ovejas que C01lducir .a/
tJJÍS1110
redil
:
Jl
dexa
SU
vida para volverla a
tomar. L os J udfos quie1·e11 aped1·earle
,
por
pm·ecerles que blasphemaba
,
oyéndole decir que e1·a Hijo de Dios,
y
tma
miS1ua
cosa con su Piídre. L es hace ver, que su. proposiciou
no es una blasp
.'71ia. Quieren prenderle.
r
J esus saliendo de en–
tt·e sus manos se 1·eeh·a
al
D esierto.
· 1.
Amen , amen
~
vo–
óis : Qui non intrat per ostium
in ovile ovium ' sed ascendit
I
En verdad , en verdad
o~
digo: QuG el que no entra por la
puerta en el aprisco de las ove-