·sos
·· sAN JUAN.
ñteretur esse Christum , extra
Synagogam ficret.
23
Propterea parentes eius
dixerunt : Quia aetatem habet,
ipsum interrogare.
24
Vo.,averunt ergo rursum
l'wi nem, qui fuera t caecus , et
dixerunt ei : Da gloriam Deo,
nos scimus quía hic horno pec–
cator est.
25
Dixit ergo eis ille :
Si
peccator es't ., nescio :
unu~
scio , quía caecus clim essem,
modo video.
26
Dixerunt ergo illi : ¿Qttd
fecit tibi? ¿Quomodo aperuit ti–
bi oculos?
27
Respondit eis : Dixi vo–
bis
iam , et audistis : ¿quid
iteru m vultis audire ?
e
num–
_,qu id et vos vultis discipuli ei us
fieri ?
28
Maledixerunt ergo ei , et
dixerunt : Tu ' d iscipulus illius
sis: nos autem Moysi discipuli
·umus.
29 Nos scimus quia Moysi
•
1
Esta es una
esPecie
de excomunion,
por
b
que separaban del trato
y
comuni–
cacion de los otros a los que eran
conven~
'--
ciclos de Impiedad
y
de
irrcligiou.
'1
Esta era una fórmula solemne con
que
~retendia
obligar a decir la verdad
al que se
le
preguntaba , como si le dixc–
ran : Para gloria de Dios confiésanos toda
la
verd.1d del hecho. Pero no esesta la
eue
buscab:tn , sino rapar
la
boca al ciego e
intimidarlc ,
~para
que
"dcsdixesc de lo
que ánres habia coMesa o. N osotros, di–
cen , que somos los D otl:ores de la
l ey,
las cabezas del pueblo
y
los Jueces en
materi,, de Rcligion , sabemos que ese
hombre es un pecador , un h.Cire malo
y
pcn·crw : ¿qué es Jo que tú dices de él?
Sobre dicha fórmula véase a JosuE vu.
19.
y
I .
R,g.
VI.
5·
/
confesase a Jesus por Christo,
fuese echado de la Synagoga •.
23 Por eso dixeron sus pa–
dres : Que tiene edad , pregun-
tadle a él.
.
a<¡
Volvieron pues a llamar
al hombre , que había sido ciego,
y dixéronle : D á gloria a Dios •,
no~ros
sabemos que ese hom–
bre es pecador.
2
5o¡;
Díxoles él : Si es peca–
dor , no
lo sé : una cosa sé,
que habiendo yo sido ciego, aho–
ra veo
3 •
2'fP
Y dixéronle ellos: ¿Qué
te hizo ? ¿Cómo te abrió los
ojos?
27
~espondióles:
Ya os lo
he dicho, y lo habeis oído
4 :
iPOr
qué lo quereis oír otra vez? ¿por
ventura quereis vosotros ser tam- .,..
bien sus discípulos?
28
Maldixéronle, y dixeron:
Tú seas su discípulo :. que noso–
tros somos discípulos de Moy–
sés.
29 Nosotros sabemos que ha-.
"3
A r#no me toca juzgar, les
res~n
dió , si es o no lo que ,•osorros decís : me
toca declarar solamente lo que sé. Sé que
era cirgo ,
y
no me engaño en lo que di–
go ;
y
sé
y
no me engaño tampoco quan-
~do
digo,
que ahora veo claramente.
A es-.
ta respuesta tan sencilla
y
tan fuerte que–
d<lron como mudos para poderle replicar
1
y
volvieron otra vez a su primera pre
:
gunta.
4
El T. Gr.
r..al
~Y. Kr..~<Ta'Tt
,
y11o lo
ha–
beis
querido
muuder.
Cansado ya de tan–
ta importunidad ,
y
conociendo que sus
preguntas no eran dirigidas a informarse
de la verdad, sino a obscurecerla
y
a ca–
lumniada , les respondi6 con firmeza,
y
en rono
·¡r~nico
les dió en rostro con su
incredulidad. Y así la palabra
-.Jos
es
tm–
pluítica.