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SAN L UCAS.
32
Lumen ad revelationem
gcntium , et gloriam _plebis tuae
I srael.
33 Et erat pater eius et ma–
ter miran tes super his, quae di–
cebantur de illo.
34
Et bencdixit illis Simeon,
et~ixi t
ad Mariam matrem eius':
Ecce positus est hic in ruinam,
et in resurreétionem multorum
i n Israel ; et in signum , cui con–
tradicetur:
\,
35
Et tu
a
m
ipsius animam
perrransibi~
gladiusi ut revelen–
tur ex multis cordlbus cogitati?–
l)es.
de su Asccnsion a los Cielos , sino quan–
do bnxó sobre él el Espíritu S.íftto , que
'- le reveló
y
enseñó toda verdad, como
Lo
acredita la vision que tuvo ,
y
se rcth.:rc
en Jos
M·chos Apostólicos x.
11. 12.
'
Esto es , como luz que dcbia alum–
brar ....
2
Llama a S:an
J
oscph padre de Chris–
to) porque en la opinion del pueblo era
.;~nido
por tal ;
y
como no habia llegado
:nu\
d
tiempo de que se rc\'clasc a todos
el mysrcrio de
l:t
milagrosa Encarnacion
del llijo de Dios en
el
casto seno de l:t
Y írgcn, dcbi.t pom{.ic a cubierto su fa–
ma : fur;ra de que siendo Joseph verdade–
ro Espo¡o de
M.1ría ,
era mas
lcgítima–
nwmc t,.1dre de Ch
risro, que si le hubie–
t
.a..
n~oPt:ld~
por. su
H.ij~.
El
rexro Griego
~ ~~ l!o~lrMip
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lf
p.:ll'n¡p
~UT\1' •
3
ASan Joscph
y
a María babia sido
re,
·cl.ld,t
la
substancia de los gr:mdcs mys–
tcr
ios de Jesu Chrisro : mas
el
ver que se
iba.n cumpliendo parte por parte ,
y
eHlir
a Simcon prophctiz:u de esta manera , no
podi.t ménos de disf\_'rt:tr en sus cor,¡zo–
ncs ,,¡,·os sentimientos de admiracion
y
agr.1Jecimicnro hácia Dios.
4
El
Scñor no vino para destruir
y
ar–
ruinar a lo:!. hombres , sfho para salvarlos:
mas los Phariséos , los Sacerdbtes
y
Jos
A
l sai.
VI 1
r.
l4·
R oman.
I X.
zz.
32 Lumbre' para revehrcion
de los Gentiles, y para gloria de
tu pueblo Israel. ,
33 Y el padre de éJZ,yla madre
estaban maravillándose de aque–
llas cosas , que de él se decian ' ·
. 34 Y
bendíxolos Simeon,
y
dixo a María su madre: H e aquí
este N iño está 'puesto para caída,
y <¡>ara levantamiento de muchos
en Israel • ; y por señal de con-.
tradi\.cion s :
35 Y
una espada traspasará
el ánima de tí misma
6 ,
para que
sea'\)icscublertos los pensamien–
. tos de muchos corazones
1.
Doél:ores de la
I.cy,
que maliciosamente
dcscduuian
la
verdad que les babia
de ser
anunciada , morirían obstinados
en
m.tyo.–
res pccadps :
y
al contrario
los
gr.1ndos
pecadores , los Public:mos ,
y
los mas
sen~
cilios del pueblo , reconociendo humilde–
mente a su libertador
y
Salvador, resuci!
t arian,
y
seri:m justificados pqr su gracia.
S
J!sta
es una metáphora , tomada de
una señal o blanco, a donde se ascsmn los
tiros. Por ella se significan los ultrajes,
persecuciones y cnvldias que padecería
cf
Señor
de
parte de los Judíos , desde
el
p rincipio de su predicacion, hasta que
le
acabasen\lc herir, como dice S. AcusTJN
in Ps:dm.
LX11
r. n.
2.
con
la
espada
do
su lengua, haciéndole morir en una Cruz.
6
E stas palabras explican el m:myrio
y
dolor de María en la Pasion de su Hijo.
l
7
·Las palabras que preceden inincdia–
tamentc,
deben leerse como por parénrhe–
sis ,
y
esta~
juntarse con
las
últimas del
''crsículo precedcnre. El sentido es este:
J>.1ra que esta conrradiccion, que , como
diceS.
PABLO
H tbr.
XII.
'3·
suf~ió de
p:~rre
de los pec:adores, descubriese los
¿¡..
' 'ersos sentimientos
y
disposiciones que
tcni:m accrc:1 de
J
esu Chrisro , quando
le ''iescn humillado
y
como aniquilado en
su Pasion. S.
AuGUST.
iJz Psalm. e
IV.
""
I.
Petr.
JI.
6.
•