XVIll
DISERTACION PRELIMINAR.
§.' IV.
Dificultad graude que
.u
enrumtra en ltauru utas traslacioun
:
qué m!t/¡o:fo
á~
bn.
puferiru para nto.
f
oro si el trasladar de una lengua a otta , considerado esto en general , es un.
obra muy dificil
y
escabrosa , lo es sin comp:nacion mucho mas IJ de dar en
lcn-l
p.uas vulgares los Libros Sagrados par:t que anden en las manos de todos , por
d
grande peligro que ha
y
de exponer como rpalabra de Dios , lo que ran sol:uncncc
es pensamiento , imaginacion o
capr~ho
del que los traslada. Por esta razon en to–
dos tiempos han sido miradas con
el
mayor ap ecio
y
vencracion Jas que hicicrori
aquellos Hombres doél:os , que ajustándose religiosa
y
escrupulosamente a las pala–
bras del T exro Sagrado , no se cuidgron de pC.rcccr muchas veces desaliñados
y
;aun bárbaros en su propio idioma , a rrucqm.: de no faltar en un ápice a la
fidtli~
dad y respeto con que deben ser manejadas aquell:! Escrituras que tienen por. AuJ
tor al mismo Dios. Pero como la delicadeza de los oídos de nuestros dias no se ha–
lla al parecer en estado de sufrir semejantes traslaciones , por eso he creído conve
4
nicnte detenerme aqui un poco para
tratar de prop6sito este punto ,
y
hacer ver,
que qu:mdo se habla de las de los libros Sagrados , se deben respctnr
y
guardar lus–
ta los ápices del original
,
si es posible : para lo qual
,
despues de scmar aquí algunos
principios sobre los que irá fundado todo mi méthodo
,
pasaré a dar satisfaccion a
Jos reparos
y
dificultades de los que son de contrario parecer.
c.
El que solamente posea los primeros conocimientos de las lenguas
,
no pue–
de ignorar que todas ellas
tuvieron su cuna , su niñez
y
juventud , hasta que
por grados llegaron -al estado en que se hablaron
y
escribieron eon mayor pureza.
Tampoco puede
ignoS.cr, que los que sucedieron a ca.Sta feliz época ,
y
quisieron
substiluir voces de phantasía o tomadas de otras lenguas a las que le er.m propias,
dieron por la mayor parte en
el
extremo de hablar con sobrada hinchazon , con
pO"c2
propiedad
y
sin el menor aliño. E s\l verdad
,
que se puede hacer paten–
te con la lastimosa catástrophc que padecieron todas las
lenguas
, se dcmuestr:t
hasta
Ja
evidencia , con la que han sufrido las dos que nos son mas f:uniliarcs ,
J:¡
Latina
y
la Castellana. Todos saben qlci.l fué el dichoso tiempo, en que esras llegaron
a su mayor perfeccion ,
y
como corriendo las dos una misma suerte , fueron poco
:i
poco perdiendo su primer lustre
y
degenerando de su antigua magcstad , pure–
za
y
fluidez por el
a~s
Escritores , que dcspues sobrevinieron
,
hasta que
p:~udos
muchos años
,
cayendo no pocos en la cuentJ
y
lastimados de ver sus pro–
pias- lcngua.s tan desfiguradas , se aplicaron con
el
maX!?r esmero a rcstiruirles rsu.s
propios
y
natural~s
colores , de que lás veían
U ll
injunal,llcnte desposeída,, Po!
lo