DISERTACION PRELIMINAR.
XX{
I.a Iglesia que es maestra de
la verdad ,
y
fiel Intérprete de
la
vofunr:td de
Dios , en todos tiempos ha usado de la mayor economía en órden a permitir las
versiones vulgares , recclos:t siempre de que la ignorancia o malicia de los hombres
altere , mude, añada_ o quite ni una coma en lo que sabe que fué inspirado por
Dios ;
y
de que por este medio se conviertan en palabras
, expresiones
y
semi–
mientas de hombres , los que no reconocen otro Auror que al Espíriru Santo. TanRJ
m:1s habiendo visto por experiencia , que abusando muchos de esta libertad , movi–
dos de un espíritu de sobervia ,
y
sig¡iendo su particular modo de pcns:1r , h:lfi
adulterado
el
sentido , dando lugar a infinitos errores , o apoyándolos con la liber–
tad que se tomaron en las traduc¡\ones. Por <ifiras poderosas razones fueron tan
es–
crupulosos nuestros antiguos Tradutlores; pues quisieron mas bien parecer incultos en
el
Jenguage ,
y
Vizcaynos en las expresiones , dcxándolas obscuras ,
y
muchas ve–
ces al parecer sin sentido , que
~tar
a la tiTJelidad de la letra , o exponerse a al–
ter,tr la palabra de
Dios.
Y es muy digno de notar lo que cxecur6 y dexó es–
crito a este prop6siro una de las mas brillantes lumbreras
y
ornamentos que ruvó
el siglo
xvi,
el M.aestro Fray Luis de Lcon. Este insigne E scritor trasladó en
prosa
y
en verso a nuestra lengua con la mayor felicidad de ingenio no pocas obras
de los antiguos Autores prophanos Griegos
y
Latinos. Tenemos impreso el Libro
de Job, que él volvió del Hebréo a nuestra lengua ,
y
se .conserva igualmente ma–
nuscrito el del Cantar de los Cantares de Saloman traducido y anotado por él mis–
mo. Pero se nota tal difet·encia entre las tr:tslaciones que hizo de los Escritores pro–
phaoos ,
y
entre las de los Libros Sagrados , que parece en las de estos segundos otro
pcrsonage muy diverso del que representa en las de los primeros ,
y
en todos loi
otros preciosos
os~riros
suyos que nos han quedado :
y
aun en esto mismo se advier–
te entre la vcrsioo literJl del
~bro
de Job que hizo,
y
la
para~hrásrlca
en verso , quo
la
acompaña. Mas para que no nos quede la menor duda acerca de su modo de
pensar en esra parrc , copiaremos aquí lo que escribe en su Pr61ogo al Libro de Jos
Cantares. ,Acerca de lo primero , dice este grande hombre hablando de volver
$D
nucnra lengua palabra por. paJabra el 'texto del Libro de Job , , procuré canfor–
" marme quanto pude con el origil)al Hcbréo , -cotejando juntamente todas las tra.–
" ducciones Griegas
y
l atinas que de él
hay~
que son muchas
;
y
pretendí , que
,, respondiese esra inrerpret:tcion con el original , no solo en las sentencias
y
pala–
,
bras , sino aun en
el
corriente
y
ayrc de ellas , imitand'o
sus
figuras
y
modos de
, hablar
y
mancr·as , quanto es posible a· nuestra 1
''
l.ll!l.•
que a la verdad
res
pon~
,, de a la Hebréa en muchas cosas. De donde podrá ser ,
algunos no se comen-
,
ten
tanto
y
les parezca que en algunas partes Iap azon queda corta ,
y
dicha
,, muy a lo viejo y muy 41
la
Vizcayna ,
y
que no hace correa el hilo del
de~ir,
,, pudiéndolo hacer muy fácilmente con mud:u algunas palabras
y
añadir
al~as