CAPITULO IV.
20I
stetur : nec faél:urn est occulturn,
sed ut in palarn veniat.
23
Si quis habet aures au–
diendi , audiat.
24
Et dicebat illis : Videte
quid audiatis •. In qua mensura
rnensi fueritis , remetietur vo–
. bis, et adiicietur vobis.
25
Qui • enim habet, da ·
tur illi ; et qui non habet, etiam
quod habet auferetur ab eg.
26
Et dicebat : Sic est re–
gnum D ei , quemadmodum si
horno iaciat sementero in ¡er–
ram,
27
Et dorrniat , et exurgat
noél:e et die : et semen gerrni–
net , et increscat dum nescit
ille.
28 Ultro enim terra fruél:i–
ficat , primum herbam , deinde
spicarn , deinde plenum frumen–
tum in spica.
29 Et cum produxerit fru–
él:us, statim mittit falcem, quo–
niam adest messis.
1
MS.
Qzu no sea paladina.
2
T. Gr.
Ttí"s
Q.:ufuun~ ,
a vosttros que
of.s.
_Esro es, a proporcion del trabajo
y
atcncion que empleareis en recibir
y
cul–
tiv:tr la semilla de la divina palabra, será
D ios liberal
y
magnífico en derramar sobre
vosotros nuevas
y
mayo¡;es gracias.
El
•
hombre recogerá a proporá9J¡J¡. de lo que
hubiere sembrado ,
S.
PABL0 1JIII'
!osGalat.
v r.
8.
y
en
la
segunda a los de Corintho
IX.
6.
El
que
siembra poco , cogerápoco.
Dios es libcralísimo ,
y
a los que saben
hacer buen uso de lo que tienen
ya
,
les
dará mas
y
mas ; pero a los que lo tienen
como sino lo tuvieran , porque
no saben
aprovecharse , ni hacer buen uso de lo
que tienen , les será quitado esto,
y
que–
darán reducidos
a un
estado
el
mas depl()oo
.
¡¡
M attlt.
VII.
2.
L uc.
VI.
38.
Mattlt.
XII ¡,
12.
et
xxv.
29.
Tom. I.
tada : ni hecha en oculto, que
no venga a ser pública '.
23
Si alguno tiene
orejas
pa–
ra oir, oiga.
24
Y
dedales : Atended a lo
que vais a oir : Con la medida con
que midiereis,
os
medirán a
e¡o–
otros, y
se os
añadirá •.
25
Porque dado será al que
tiene; y al que no tiene , aun lo
qje tiene
3
le será quitado.
26
Decía tambien :Tal
es
el
R eyQo de Dios
4,
corno
si
un
hombre echase el grano sobre la
ti'~rra,
27 Y
que
se
duerma,
y
se
le–
vante noche y dia: el grano ram–
bien brota, y crece no sabiéndo–
lo él
s.
28
Porque la tierra de suyo "
fruétifica , primeramente yerba,
despues espiga , y .por último
grano lleno en la espiga.
29 Y quando ha producido
los frutos, luego
se
mete la hoz,
porque
es
el tiempo de la
sieg~
rabie , como se verificó en los Capharnai–
ras , de los quales
!e
ha hablado ya
en
otros lugares.
3
Lo que parece que tiene.
4
El que anuncia el .Evangelio
d~
R t)'1ZO
de Dios.
.
s
No depende de
la
voluntad del que
arrojó el grano
y
cultivó la tierra , el que
se forme en yerba , crezca
y
llegue a sa–
ZOJ4i'ara que sea segado ,
y
produzca fru–
to a su tiempo ; porque todo esto pasa sin
que
él
lo advierta,
x.;
sin que sepa cómo
sucede. Esto es lo milto que decia
S. P
A~
BLO
I .
Corinth.
I 1 I.
6.
Que él habi,a
plrmtado
y
regado
:
mas que el Señor
lo !tizo crecer.
Y•
del mismo mbdo
lo
deben haceatlos Predicadores del Evan–
gelio.
Luc.
VI 1
r.
18.
et x¡x.
26.
Ce