SAN MATHEO.
populus , dixit : Sanguis eius
super nos , et super filias no–
stros.
26 Tune dimisit
illis Ba–
rabbam : Iesum autem flagella–
tum tradidit eis ut crucifigere-
t~
T
·1·
P
.d.
27
une m1 ttes
raest ts
suscipientes Iesum
in
praeto–
rium a ,
congregaverunt ad
eum
uníversam cohortem :
e
28 Etexuentes eum, chlamy–
dem coccineam circumdederunt
ei:
29 Et pleél:entes coronam de
spi nis
b
,
posuerunt super caput
eius , et arundineJn in dextera
eius. Et genu flexo ante eum,
il–
ludebant ei, dicentes : Ave Rex
e ludaeorum.
30 Et expuentes in eum, ac–
ceperu nt arundinem , et percutie–
bant caput eius.
&t-rae por un consentimiento injusto del al–
ma , no se limpiacon una exterior ablucion
del cuerpo.
S.LE.ode Pa.ssion. Serm.vlfr.
1
¡Terrible imprecacion
!
Su funesto
cfcélo ha sido
,
es
y
s8rá
siempre bien vi–
sible. El estado a que fué reducida la na–
cion de Jos Judíos, llegandQa ser el opro–
bjo de todos los pueblos , ha sido
el
cum–
plimiento de esta maldicion que pronun–
ciaron contra sí ;
y
este mismo cumpli–
miento deberia abrirles al presente losojos,
para que viesen una luz que podia disipar
las tinieblas de muerte , en que volun.J:)'.–
ria
y
pertinazmente se hallan sepultados.
N uestro JuvnNco
/¿_Jb.
IV.
pag.
¡6.
ex–
presa al vivo esta horrible imprecacion:
H oc nwgis iuclamant
:
Nos nos cruor
ist~
uquatur,
E t gmus in nostrum
lc~/u.s
/toe
~~
cul-
pa redundct.
~s
Por
el
Evangelio de S.] J:AN
XIX.
r.
n Marc. xv.
r6.
Psnlm. xxr.
17.
\....
pueblo , dixo: Sobre nosotros ,
y
sobre nuestros hijos ' cayga la
sangre de
él.
26 Entónces les soltó a Ba–
rabbas : y despues de haber he–
cho azotar a J esus ' , se los en–
tregó para que le crucificasen.
27
E ntónces los soldados del
·
.,~residente
tomando a J esus para
llevarle al pretorio
3
,
hicieron
formar al rededor de él toda la
cohorte
4 :
28 Y
desnudándole
,
vis–
tiéronle
un manto
de
gra–
na :._
29 Y texiendo una corona de
espinas, pusiéronsela sobre su ca–
beza,
y
una caña en
.~iu
mano dere–
cha. Y doblando ante él la rodilla,
escarnecíanle, diciendo : D ios te
salve, Rey de los Judíos.
30 Y escupiendo en él, toma·
ron la caña, y heríanle en la ca–
beza '·
seq. se vé, que Pilato habia hecho azo–
rar a Jesus con el designio de suavizar
el
corazon de sus enemigos , creyendo que
movidos de compasion,
y
satisfecho su fu–
ror , des"'t;)tirian de pedir su muerte. Pero
fué encender mas la sed que tenian de ver–
le crucificado. Y así como perros rabiol>OS
gritaban cada vez mas , hasta que ''icron
cumplidos sus deseos. S. MA
T HBO
no si-
~.._
gue aquí el órden preciso del tiempo en
la
narracion'....:Jc rodas estas circunstancias.
S.
AuGUST .
de Consms. E wmg. L ib.
111.
1
Cap. rx. u. 36.
J
El Pretorio era la sala en que el Go–
bernador oía de justicia.
,.
La Cohorte ; esto es , los Soldados
R omanos que la· componian ,
y
era de
seiscientos veinte
y
cinco quando estaba
l–
complera.
~
Como los Judíos le habian acusado
de que hab,:'l querido usurpar el Rcyno,
b
loamz. x rx.
2.
2·