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SA N MATH E O.
ñguli , sicut constituit mihi Do–
minus.
1
r
Iesus autem· stetit ante
Praesidem " : ct interrogavit
eum Praeses , dicens
b :
iTu es
Rex I udaeorum? Dicit illi le–
s~:
Tu dicis.
·
12
E t
cum
accusaretur a
Principibus Sacerdotum et Se–
nioribus , nihil respondít.
13
T une dici t
illi Pilatus:
iNon audis quanta adversum
0
te
dicunt testimonia?
1·4 Et non respondit ei ad
ullum verbum, ita ut mirarel(lr
Praeses vehementer.
15 Per diem autem sollem–
nem consueverat Praeses popu–
Jo
dimittere
unum
vinétum,
quem voluissent.
16 Habebat autem tune vin–
étum insignem , qui dicebatur
Barabbas.
1(
Congregatis
ergo mis,
dixi t Pilatus :
i
Quem vultis
dimittam
vobis ?
i
Barabbam,
0
an
Iesum , qui dicitur Chri–
stus?
18 Sciebat enim quod per
invidiam trad idqssent eum.
19 Sedente autem
illo pro
tribunali , misit ad eum uxor
1
Causa verdaderamente asombro, que
acostumbrando pedir los Judíos en esta
fiesta solemne de Pasqua la libertad
~~b
solucion de un reo, fuese Pilato
el
que pi–
dió
por
el
Justo
~los
Justos ,
y
no pu–
do conseguir su libertad. S.
CFJRYSOST.
in M atti1.H omil.LxXXVIT.
Pilatoque co–
nocia
la
inocencia del \!.<;eñor ,
y
que de–
seaba sacarle de las manos
..
~,los
Judíos,
escogi6 expresamente a Bara
',as
para po–
nerle en comparacion del S 'lvador ,
.QO
o
.{J{tlr(. JV.
2 .
del Alfa rero, así como me lo or–
denó el Señor.
II
Y J esus fué presentado an–
te ·el Presidente: y preguntóle el
Presidente, y dixo : iEres tú
el
Rey de los Judíos ? D íxole Jesus:
Tú lo dices.
1 2
Y quando le acusaban los
· P,ríncipes de los Sace rdotes y los
hncianos , no respondió nada.
•
r ~
Entónces dixole Pilato:
iNo
oyes quántos
testimonios
dicen contra ti?
14 Y no lerespondióa palabra
algll'na , de modo que se maravi–
lló el P
residente en gran manera.
r 5
E.racostumbre que el dia
de Pasqua daba el Presidente al
pueblo un preso, aquel que ellos
querían.
16 Y a ia sazon habia un pre–
so muy famoso, que se llamaba
Barabbas.
17 Y habiéndose ellos jun–
tado , díxoles Pilato :
i
A quién
quereis vosotros que yo dé liber–
tad ?
i
a Barabbas , o a J esus,
que se llama el Christo '?
18
P:1es sabia que por envidia
lo bab¿an puesto en sus manos.
19 Y estando él sentado en su
tribunal,envióle a decir su muger:
dudando
q~e
el pueblo a quien Jesus h:t–
bia colm:1do de beneficios , le preferiría a
un ladran, asesino
y
sedicioso. Mas
se
cn–
g;añó ; porque
el
pueblo instigado por los
}>ríncipes de los Saccrdotes,y por sus
An~
cianos o Magistr:tdos , pidió
la liberrad
del f.-tcinoroso ,
y
condenó a ser crucifi–
cado al que
era
la
misma
inocencia.
¡O
quántas veces
hacemos los Chrisria–
nos
el
mismo d mbio que hicieron
los
Judíos !
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.11
Luc~xxJIJ.
3·
Iomm.XVIII.
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