CAPITlJ LO XXV.
·
2
Quinque autem ex eis erant
2
Mas las
cin.code ellas eran
fatuae, er quinque prudentes:
necias,
y
las
cinco prudentes :
3
Sed qu inque fa tuae, acce-
3 Y las cinco necias, habi en-
ptis lampadibus , non sumpserunt
do tomado sus lámparas , no lle·
oleum secum.
varan consigo accyte.
4 Prudentes vero acceperunt
4 Mas las prudentes toma ron
oleum in vasis suis cum lampa-
aceyte en sus vasijas junta
e
di bus.
con las lámpa ras '.
s
Moram
autem
facien~
s
Y tarda ndo el Esposo ' co-
Sponso , dormitaverunt omnes
menzaron a cabecea r ,
y
se dur·
et dorm ierunt.
.,
m~on
todas.
6 Media autem noél:e cla-
6 Quando a eso de media no·
mo r faél:us est : Ecce Sponsus
che se oyó gritar ' : Mirad que
venit , exite obviam ei.
•
viene el Esposo, salid a recibirle.
7
Tune su rrexerun t omnes
"'7
En tónces lev antáronse to-
virgines illae , et ornaverunt lam-
das aquellas vírgenes,
y
adereza-
pactes suas.
ron sus lámparas •.
8 Fa tuae autem sapientibus
8 Y dixeron las locas a las
di xerunt : Date nobis de oleo
cuerdas: D adnos de vuestro acey-
vestro , quia lampades nostrae
te, porque nuestras lámparas ' se "'
extinguuntur.
apagan.
9
·Responderunt prudentes,
9 Y
respondieron
las que
dicentes : Ne forte non suffi-
eran cuerdas , diciendo : Acaso
ciat nobis et vobis ,
ite . po-
no bastará para nosotras y voso-
tius ad vendentes , et e.mite vo-
tras, mas id a los que lo venden,
bis.
y
comprad para vosotras •
..
nos sorprenda
el
último dia , . ya sea
el
de nuestra vida ,
y,t
el del mundo;
esto es , o el de nuestro juicio parricu–
br , o el del general de todos los hom–
bres.
'
Estas vírgenes que tomando
sus
lámparas salieron a recibir al ]isposo , re–
presentan los fieles que acompailados de
sus buenas obras esperan la venida di! Jc–
su Christo : pero cinrre estos ha
y
muchos,
que semejantes a las vírgenes locas viven
descuidados ,
y
no se provienen con obras
·
de misericordia ,
y
dC otras virtudes he.–
chas en perfeéb caridad para recibirle a la
hora de
1:t
muerte.
1
Esta tardanza del Esposo señala, se–
gun los S:mtos Padres , el tiempo que
pa–
s:Jrá desde la primera venida dt:l Hijo de
Dios hasta
la
scgund:t.
l
El sonido de
la
trompeta o de la
Tom. I.
voz que oirán
todos~os
muertos
al
fin del
mundo.
ToAN.
v . 25.
4
Se dispondrán para dar cuenta de
sus obras. S. Aucus-r.
Epist. cxx.
1zov~
edit. Cap. xxx rv.
11.
79·
•
s
Buscarán algun género de consuelo
y
de esperanza en el triste abandono
y
es–
rado en que se vean. S. AucusTIN.
ibid.
'
Todos
temerán
justamente
, te–
nie~o
que responder a un Juez , en cu–
ya presencia ninguno podrá presumir que
comparecerá limpio dfl'todo pecado , si su
misericordia no templa los rigores de la
justicia. Y así estos hombres locos , que
hicieron su princi¡i(ll caudal de las alaba.n–
zas que sa
n de la boca de aquellos que
las venden
omo un precioso aceyte , en
vano podrán confiar en ellos qu:111do lle–
gue el tiempo en que se dcscubr.1n los se–
cretos de su corazon
y
su conci¡ ncia.
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