. SAN MATHEO.
:xeri t: Ecce hic est Christus aut
illic : nolite credere.
24 Surgent enim pseudo-chri–
sti , et pseudo-prophetae : et da–
bunt signa magna , et prod igia,
ita ut in errorcm inducantur, si
fi~test,
etiam eleéti.
~,
E cce p=ixi vobis.
26 Si ergo dixerint vobis:
Ecce in deserto est , nolite exi–
re : ecce in penetralibus , noN–
te credere.
27 Sicut enim fulgur exit ab
Oriente , et paret usque in
Or-–
_cidentem : ita erit et adventus
Fili
i
hominis.
28 Ubicumque
a
fuerit cor–
pus , illic congregabuntur et
aquilae.
29 Statim
b
autem post tri-
:t
:tdvertirles de
sll
segunda venid:t ,
y
de
las señales que la prcccdcr:'m.
Ent6nces,
JCs dice , no en el tiempo de la ruina de
ci~;~;:'tfu/ds!f~
1
:~~~~o
el
que se
seguirá
Y
si todo esto se ha verificado
c11
todos tiempos hast:t .nuestros dias , como
puede verse en los Anales Eclesiásticos; se
verificad.
principalme~tc
en
1:\
persona del
Ami-Chrisro, cuyos prodigios har:'tn
t;tl
imprcsion sobre el
espíritu
y
cor:tzon de
J'l.s hombres, que scr.\n capaces de pcr–
vcnlr
aun
a los mismos escogidos , si es–
tos , protegidos de una especial gracia del
Señor, no fueran del número de aquellas
0\'Cjas que de ningun modo pueden pere–
cer , ni ser arrebatadas de
la
mano
d~l•su
J>astor.
l OAN.
x.
:z8.
2
La
segunda
.._~renida
del H ijo del
hombre , dice S.
} UAN
CnRvs6sTOMO
1'u
111.zttlz. H omil.
LXXVI¡,
no sed. como la
J,>rimera : no quedará reducid:t a un pe–
queño rincon de la tietra , ni se dcxar!i
ver en un desierto, o en
!~:,mirado
de
n Luc.
XVII.
37 ·
b .A1arc.
X IJ/.
24..
L uc.
XXI.
:25.
l
~ere:
Mirad, el Christo está aquí
o allí : no lo crcais.
24 Porque levantarse han fal–
sos Christos,
y
fa lsos Prophetas:
y
ha rán grandes señales ,
y
prod i–
gios
',de
modo que,si pudiera ser,
en error caerianaun los escogidos.
25 Ved que os lo he adver–
tido de antemano.
• <
26 Por lo qua] si os dixeren:
Ved que está en el desierto, no
salg~is
: mirad que está en lo mas
retirado de la casa , no lo creais.
27 P orque así como sale el re–
lám¡,ago desde Oriente
', y
parece
hasta el Occidente: así será tam–
bien la venidade!Hijodel hombre.
28 Porque donde quiera que
estuviere el cuerpo, all í concurri–
rán tambien las águilas '·
29 Y luego despues de la tri-
una casa ; sino que semejante a un reHm–
pago que en un insrante pasa
ilumin~ndo
lo todo de Oriente
a
Poniente,
y
deslum–
brando los ojos de todos ; del mismo mo–
do el Señor hará brillar en un momento
b.
luz
de su gloria por roda la tierra, sin
que
pueda ocultarse
ni
esconderse a ninguno
de los morrales.
3
El~
vocablo Griego
?r1~
,c.ut.
significa
CU(rpo muerto,
del
verbo
7tÍ?t1u,
cour
y
morir
¡
pues por
la
muerte caen , o no se
pueden mantener
en
pie los cuerpos. Las
águihis por
nan•r:~lcza
perciben a lnrgas
Ldlistanci:!s
el
olor de los cuerpos mucnos,
y
acuden
a
't:llos para alimcnrarse con sus
carnes. Así nosorros debemos
:l.Cudir vo–
lando hasta
Jleg.u a
aquel cuya magcs-
~:dd~-~~~i~t·~e
a
·;~:~~r~:l~~t:á·b:·b~~~~~s:~~=
dir a Jesu Chrisro mueno por nosotros,
puesto que todos los que estén marca–
dos con el caráéler de su ruz
y
de
los sufrimientos de su ]>asion , evirar!m
la espada de Ja Divina J usticia ,
y
los
E zcch. xx<xii.
7·
l sai.
XIII.
10.
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