CAPITULO
XXIV.
17 Et qtli in teél:o, non de-
17 Y el que éh el tejado
',
scendat -tollere aliquid de domo
no baxe a tomar alguna cosa de
sua :
su casa :
18 Et qui in agro, non re-
18 Y el que en el campo, no
vertatur tollere tunicam suam.
vuelva ' a recoger su túnica.
19
¡Vae autem praegnanti-
19
¡Ay de las pceñadas
' ,y
bus et nutrientibus in illis diebus!
de las nodrizas en aquellos día !
20
Orate autem ut non fiat
20
Rogad pues, que-;;' • a
fuga vestra in Hieme
9-,
ve! Sab;;.. huida
4
no
suc~~:;o:er;
Invierno ',
bato.
~
o en Sábado '.
21
Erit enim tune tribulatio
2 1
Porque habrá
entónces
magna , qualis non fuit ab ini-
g'ande tribulacion, qua! no fué
tío mundi usque modo , neque
desde el principio del mundo
fiet.
hasta ahora , ni será '.
22
E t
nisi breviati
i'uis-
•
22
Y sino fuesen abreviados
sent dies illi , non fieret sal-
aquellos dias, no escapa ría ningu-
va omnis caro : sed propter
na carne : mas por amor de los !!s-
eleél:os
breviabuntur dies
il-
cogidos serán aquellos dias abre-
li.
viadas.
23 Tune
b
si quis vobis di-
23 Entóncessialguno • os di-
z
T.
Gr.
ó
i?l'/
T~
tr.:¡
.uc.fo',
el que e.t–
ttf
.robre la casa.
'- T. Gr.
o.,..~·~b),
atrtÍs.
Todo esto da
a
entcnd.crla necesidad
y
prontitud de
h
uir , por el gr:m peligro a que
se
expon–
drian , si esperaban salvarse quando hu–
biese llegado ya el exército de los R oma..
nos.
J
Porque con el peso de la criarura
que traían en los brazos o en
e~
vientre,
no podrian huir Cí.oilmcnrc.
4
1\15.
Que eL urstro .regudamiento.
s
Porque
la
huída en aquel tiempo
no
podi:~.
ser tan pronta , que los salvase
del peligro.
6
Observaban los
Judío!.~
el Sábado
tan escrupulosamente , que
hubier~n ~reí
do no poder hacer en él mas
cam~no
que
el que les era permitido por la ley , aun–
que se viesen en evidente peligro de pere–
cer. Podi:m en este dia caminar hasta dos
mil codos , lo que se llamaba
iter Sabbati;
porque este era el espacio que mediaba eu
el desierto entre el Arca
y
los Reales de
los Israelitas :
y
el dia
Oc
Sábado se acer–
caban al Arca para o"rar ,
y
por
3
esto creían
a Allor. r.
12.
que er caminar esta distancia no se opo–
nía a la quietud
y
descanso del
Sá–
bado.
7
S.
Ac usTIN
Epi.rt.
LXXX.
nov. cdit.
199·
n.
28. cree,
que todo esto mira al
pueblo de los Judíos , que padeció cala-•
midades
y
males tan horribles durante el
sirio de J erusalem, que no hubo ni se
e~
noció jamas N acion alguna que fuese tra-..
rada con tanto rigiJr. Otros Intérpretes,
apoyados en las palabras del siguiente
v~r~
SH:;:ulo, las entienden de los males que pre-
1
cederán a la consumacion
y
fin del mun–
do; pero S. AcusTIN
ut supra u.
29.
l~s
entiende del tiempo de la ruína de Jeru...,
salem;
y
dice, que enrónces habia ya mu–
chos
Judíos
convertidos a la Fe de Jesu
Cl1j¡jsto ,
y
que en favor de estos escogi–
dos se abreviarían los di.1s de la afliccion
y
amargura , para que no cediesen
y
vol–
viesen atrás a Ja vistatrle tan grandes ca-,
Jamidades.
s
Despues de J1aber insrruído el Señor
a sus disc1pulos
t.~l
rodo lo que miraba_a
Ja ruína
erusalem , pasa , seg-un SAN
JuAN
CH
sÓSTOMO
y
otros Inrérpretes,
.
ú
Mnrc. XIIJ.
21.
L uc. XVII . 2.3.
:1