. SAN MAT'HEO.
na Pharisaeorum et Sadducaeo–
rum.
r3 Venit
a
autem Iesus in
partes Caesareae Philippi ; et
interrogaba t discípulos suos, di–
cens: ¿Quem dicunt homines es-
ium hominis?
At
illi dixerunt : Alii
em Baptistam , alii autem
Eliam, alii
vero
leremiam , aut
unum ex Prophetis.
15 Dicit illis Iesus :¿Vos a'u–
tem quem me csse dicitis ?
16 Respondens Simon Pe–
trus dixit
b :
Tu es Christus,
fi–
lius Dei
vivi.
17 Respondens autem Iesus,
dixit ei : Beatus es Simon Bar–
jona , quia caro et sanguis ·non
revelavit tibi, sed Pater meus,
<
qui in Caelis est.
a la verdad de las Escriruras , corrompia
e inficionaba roda lo que tocaba. En el
Cap. xxx nr.
:2.
3·
dice Jesu Chrisro a
sus
discípulos : Los Doétores de la
Ley y
l os
J>hariséos
están
sentados sobre la Cá–
thedra de Moysés :
Observad pues
,
y
ha-.
ced todo lo que os diceu, pe·rono !tagais
se·
gun sus obras.
Las
qu~les
palabras pare–
cen contrarias a lo que
;:~quí
les manda,
que se guarden de su doéhina: mas no lo
son
¡
porque en aquel lugar enseña , que'
clr_l)i:m ser creidos quando enseñaban
la
by
de Moysés; pero no imita\los , por
quanro ellos no
la
observaban. Y en
el
presente declara , que estos mismos Pha–
riséos habi,m alter3do la Ley
de
Moysés,
mezcl!indola con la perniciosa
levadurfldc
sus sentimientos paniculares , lo qua!
era
capaz de comunic<L a los otros su propia
corrupcion.
Y
de esta
levadura
es
de
la
que ordena a sus discípulos que se guarden.
1
MS.
D el
castig~·ziento.
1
Esta CiudJ.d, segun S.
~ERÓNYMO,
estaba situada al pie del mo s" Líbano,
junro al nacimiento del Jorda
Ól
se llama
a Marc.
VJII .
z7. Luc.
..
18.
~
' nes, sino de la doél:rina ' de los
Phariséos y de los Saducéos.
13 Y vino Jesus a la tierra de
Cesarea de Phi
Ji
po ' ; y pregun–
taba a sus discfpulos , diciendo:
¿Quién dicen Jos hombres que es
el Hijo del hombre?
14 Y ellos le respondieron:Los
,_¡mos dicenque Juan elBautista,los
~tros
que Elías, y los otros que
J eremías , o uno de los Prophetas.
r~
Y díxoles Jesus: ¿Y voso–
tros quién decís que soy yo?
r 6 Respondió Simon Pedro,
y
d)cxo: Tú eres el Christo, el
H ijo del Dios el
vivo
'·
17 Y respondiendo Jesus , le
dixo
:
1
Bienaventurado eres Si–
mon hijo de Juan , porque no te
lo reveló carne ni sangre, sino mi
Padre , que está en Jos Cielos ·
4 •
Ccsarea de Philipo , T ctrarca de la !turca,
o de la
T
raconitis , e
hijo
de Herodes
el
Grande , que
la
engrandeció y mudó
el
nombre de Páneas que ántcs tenia en el
de Cesarea , en honor
de
Tiberi
o Cesar.JosBPno
Antiq.
fud.
L ib. XV JII.
Cnp.Hr.3"'
Como si dixera :
V
os sois el
Cl1risto
y
el Uñ¡Ldo del Scítor por excelencia. Vos
sois el v'b<dadero Messms prometido
y
de..
seado despues
de
tantos siglos. V os sois
el
Hijo verdadero
y
ímico
drl Dios vi–
viente.
Esta es
la
célebre confcsion
que
hizo San Pedro en nombre de todos los
á:-
Apóstoles
;.py
esto explica
el
artículo ,
que
en el rexro griego se
junta
a cada
una de
las quatro palabras :
tt¿
ti
ó
XP•<tO' ,
ó
in~'
T¡;
.&•~ T~ l;ü~n' ,
ftÍ
eres
ti
C.hristo ,
ti
}-fi–
Jo
del
Dios el vivo.
CnRYSOST.
in Matth.
H omil.
Lv.
4
Bienaventurado , porquE! este
con~
cimiento lo has tenido por sola revelacion
de mi Padre Celestial : no la carne , ni
la
sangre ; esto es , no tus padres , ni algun
otro hombre
te
lo han ensenado ni persua–
dido , sino{l.Oio mi Padre es el que te lo
b
l omm. vr. 69.