~
SAN MATHEn
39 Et dimissa turba , aseen-
"
39 Y despachada la gente ',
dit in naviculam , et venit in
fi-
entró en un ba rco,
y
pasó a los
nes Magedan.
términos de Magedán '.
~
1
Enseñando a sus discípulos que de–
'an cvit<tr con el mayor cuidado todas
._._,
iones de vanagloria, como lo hizo
Señor dcspues de un milagro tan por
rentoso , aunque
estab<~
libre de sentir sus
movimientos.
S.
:MARCOS VIH. 10 .
dice,
que se retiró hácia D clmmutha
;
y
así se
o
debe entender, que se reiiró hácia los con–
fines de estas dos Ciudades , cuyos "terri–
torios esrab:m inmediatos.
a
T.
Gr.
f'<lY.t..A« ,
Magdala.
S. Eo–
BBIO
y
S.
Gnn.ÓNYMO situJn a
Abgcda.n
o .Magdala cerca de Gerasa a la otra parte
del Jordan.
CAPITULO XVI.
L os Phariséos piden otra vezo/
Se~iorcque
hagtt u11 milagro,y él les
•·esponde lo mismo que ántes Cap.
xn
39·
Advierte tt sus discípu–
los que se guarden de su doCtrina. San 1 Pedro hace una pública con–
fesion de la divinidad de Jes11 Christo
,
y
en premio de el/tt le pro–
mete el
Se~ior
,
que seria ltt piedra [tmdamentttl de su Iglesia. Re–
v eta el mysterio de su M11erte
,
y
reprehende a Pedro que se le opo–
rlia.
E xhorta
a
todos
a que
tome1J su cruz
,
y le
úgan.
r Et " accesserunt ad eum
1
Y
vinieron a él los Pha-
Pharisaei et Sadducaei tentan-
riséos y los Saducéos tentándole:
tes : et rogaverunt eum ut si-
y
rogáronl9 que les mostrase al-
<
gnum de Caelo ostenderet eis.
guna señal del Cielo.
2
At ille respondens ait
il-
2
Y él
respondió y díxo-
lis: Faéto vespere dicitis : Sere-
le . Por la
tarde decís : Sere-
num erit, rubi<;!;mdum est enim
no
s
-á , porque
roxo está el
Caelum:
Cielo:
3 Et mane : Hodie tempe-
3 Y por la mañana: Tempes-
stas , rutilat enim triste Cae-
tad habrá hoy , porque el Ciclo
Í'úm.
está obscuro, y con arreboles.
4 Facicm ergo Caeli diiudi-
.!!"'
4 P •:es 'la faz del Cielo sabcis
care nostis: ¿signa autem tem-
distinguir : ¿y las señales de los
porum non potestis scire
b
?
Ge-
tiempos no podeis saber
'?
Gene-
"
•
En
el
griego se lee
~1l'ox.~l'tal,
I1Jpó-
critas.
G
~
El estar el Cielo roxo no es causa
de serenidad
,
sino señal
;
!
mismo se
debe entender en el
*·3·
Hy
:;critas, le¡
a Mnrc.
VIII.
1I.
Luc.
11.
54·
dice el Señor , vosotros sabeis conocer por
las disposiciones
y
señales que veis en el
Cielo , si
el
tiempo será sereno o tempes–
tuoso : mas aunque teneis la infalibilidad
de las EscCturas
,
no podeis ni os permire
b Supr.
XII.
39·