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ENTRETENIMIENTOS
blica bknhechora mereció en poco tiempo
la
estimacion, amistad, y respeto de toda
Ja Grecia ,
á
quien estas ideas dieron un nue–
vo gusto de la virtud ; porque no se Sirvió
m as de sus fuerzas , que para proteger la de–
b!lidad,
y
defender los derechos de la justi–
cia.
L os enemigos de E sparta cesaron
..d.:::..
aborrecerla , y buscaron su alianza : sus A lia–
dos, en qu ienes'flo se babia alterado el re–
conocin1iento, ni por ten1or, ni sospechas,
fueron el apoyo ,
y
garantía d e reRoso ,
y
seguridad : consiguiendo así los E spartanos
su felicidad , hicieron la de todos los Grie-
gos.
" virtud,
y
por consiguiente que se aniquila la República. He–
" mos caido, dice, en un abismo inmenso de calamidades.
"Todo mudó de semblante entre nosotros desde que exercita–
" mos la violencia con los extrangeros ,
y
desde que esta mis-
::
~~e~~: ;~!~~~:~°c~~r 1~~s~¡~~~~ªc~~;~s(a~~i:r~~T! ~1:efn~:
,,Iencia,
y
Ja tirania, dcspues de haber hecho callar á las
le–
" yes, han cometido tantas
rapiñas
con nuestros Aliados, que
n mas subsistimos por debilidad de nuestros enemigos, que no
n saben aprovecharse de la nuestra, que
por
algun:t virtud que
,,nos
ponga en estado de defendernos.u
Parece que no tenia mejor suene en Roma la Filosofia de
Ciceron, que la de Sócrates en
la
Grecia. Todo el mundo sa–
be, que las guerras civiles que produ:i.:o la licencia de los
Ciu–
dadanos, dieron lugar
:í
la tiranfa de los Emperadores. Los su–
cesores de Augusto, semejan1es
á
3quel Critias, de quien se
habló en 13.s conferencias de Phocion, hubieran quitado
á
los
hombres , si fuer3 posible,
aun
1.1
facultad de discurrir. Enton–
ces es1uvo apagada roda la luz en el Imperio Romano en toda
su
extension ,
y
mas
allá
de sus limites : no tenia mas que
N a–
ciones salvages, como aquellas Sociedades de que hablé ante·
riormente.
En medio de los delatores de las prescripciones de la ser·
vidumbre mas humilde
t
y de la tiranía mas sangrienta,
i
có–
mo