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ENTRETENIMIENTOS
patria , tan cercada de vecinos ambiciosos,
inquietos, y sin
fe,
si la aconsejase, que para
su defensa se sirviese de las mismas armas
con que es combatida? La moderacion, la
justicia , y la beneficencia serán engai'íos pa–
ra la ambician , y el fraude. Por otra parte,
si yo be nacido en una República, que no
posee mas que un corto terreno , y no pue–
de armar muchos brazos para su defen'S3,
¿no seria imprudente en querer contenerla
en su primera medianía,
n1ientras
que sus
vecinos trabajan solamente en aumentar sus
posesiones, y mejorar su fortuna? D ebo te–
m er tantas fuerzas juntas; y me parece, que
solo acrecentándose ella misma , puede pre–
venir mi patria los daiíos que la amenazan.
De las
\'irt~-
No, querido Aristias, le replicó
viva–
~:~~R·:~
mente Phocion: si me ataca mi enemigo con
~~:~~c~ir P~~
annas falsas.'
yo
1ne
guardaré bien
de aban...
d•ños , que
donar las m1as. Quando despues de la guer–
~rªb:';O:;.
ra de Medo creyeron nuestros Oradores,
nesdcsusve.
que era hacer traicion
al
honor,
y
á
la for–
cinos.
runa de Athenas , abandonará Lacedemonia
el mando de nuestros exércitos , y que era
menester obligará nuestros Aliados
á
ser es–
clavos nuestros, puesto que la mar
e~taba
cubierta de nuestros navíos; supongamos
que los E spartanos, siguiendo nuestro exem–
plo, en lugar de servirse del engaiío , y la
violencia , hubieran empleado p•ra conser-
var