DE PHOCION.
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douos , excitan nuestros zelos , estan desti–
nadas
á
caer baxo su mismo peso. Son muy
limitadas la vigilancia ,
y
las luces de los
hombres, muy fuertes sus pasiones ,
y
muy
frágiles sus virttides , para que una
Prov in~ia
grande
el)
pue~a
ser sabiamente goberna–
da. Quanto mas exten,dida sea la máq uina
d el Gobierno, estarán sus n1ovi1nientos me–
oos prontos , exactos , y regulares. E s otro
. tanto mas dificil reprimir en un grande
l1n-
p erio las pasiones , que inclinan
á
la revo–
lucion,
ó
que envilecen el alma , quanto
mas expuestos estan allí por su parte los
Mag¡strados
á
tentaciones mas freqüentes, y
fuerces para la humana debilidad . A sí me
p arece que en nuestras Ciudades de la Gre-
•
cía
(t)
H
No vemos, dice Aristóteles,
Po/iJ. lib.7. cap.
4.
a.lgun1
,,Ciudad bien instruida, que incluya un gran número de Ciu–
,,dades; y nos hace
\'Cr
nuestra
r.l.'ZOn
fo.dimen
te las causas–
ndc lo que
1:1
experiencia pone todos los dias
5.
nuestra vista.
·,,No es orra cosa que el orden ,
la
buena policía : ¿y cómo
used capa:1.
de
rec1birlc
una
gr:tn
multitud?
Pues en este nú–
"mero hay muchos Ciudadanos 1e111ados de desobedecer á la
,,ley, facilitando. la impunkl3d su excesivo nl1mcro. No bay
,,
mas ,que un Dios solo, cuyo
pod~r
gobierna el univer–
nso, que pue,la mantener el buen orden en una gr.1n Ciu–
ndad.
nQuanta multitud sea bastante, no se dice rectamente
de
11otro
modo, que con
b
comparacion ele los campos, y Ciu–
nd:ules \•ccin:b: se1
tan
grande
el
campo, que baste
:i
otros
u tan1os hombres
moder:i.dos, y no haya necesidad
de
mayor:
~tantos
deben ser los Ciudadanos,
que
puedan rechaZ.J.r
i
los
:;
~~d~nc~
5
n' i':1j~r~:S;¡~i~~~en~ily
y
a~~~~~~1t~ ~~sani~r;~:b~~cjg~~
u
por la comodidad
de
este número, los quales peleen por
los
u límites!'
Pla.ton
de.las
L~ycr,
ltb.
5.
l
z
Es