J
14
ENT!\BTENIMIENTOS
mi razon se
extie~1de,
n1i
espíritu se
eleva,
y mi ser se engr<\ndece , y perfecciona ; por–
que si me es duke el ver que mis Conciu–
dadanos velan \'hra mi seguridad, ¡ quanto
mas agradable me será el pensar, que todo
el mundo ha de trabajar p;¡ra mi dicha?
¡Cómo puede ser, que los hombres que
i:enunciaron su independencia , y
form~
Sociedades, porque conocieron la neces1 a
que tenian unos de otros, no hayan visto,
que. estas Sociedades necesitan del mismo
modo socorrerse, y amarse, y que no ha–
y an inferido al instante, que debian obser–
varse entre ellas mismas las propias reglas
•
de
victorias lisonjean agradablemente nuestro orgullo; y si co–
munmente cenemos por mayor
á
Alexandro, que
:í
Aristides
¿no deberán ser tenidas como las virtudes mas esenciales la
fuerza, el valor, y
la
violencia'? La estimacion dada
á
es1as
qualidades,
¿
quanto hizo paca que naciesen las pasiones, y
preocupaciones propias, p:ira impedir los primeros movimien–
tos <le la razon? Quanto mas cargados volvian los soldados
del botín, mas les llenaban de alaban'Z.3S la avaricia,
y
Ja am-
~~~i~~r~~ss~:a~t~g~~~
'!e
~i:~~b';J:"!~:i::crotnt~n~i~o:a~~~~
mas crueldades h:ibian hecho, tanto ml.S superior era el con–
cepto
de
los soldados que las habian cometido.
Los
vencidos
no
se atrevian
á
quejarse , por el temotde irritar
á los
sober–
bios vencedores, irritados por la victoria
, é
imprudentes en no
temer los reveses de la fortuna. Mientras que
estos
se embria-
~~I~~ ~~¡~ d"efe~~s:r~~i~~d.;e~eg~~s~.il~a
3
~~~~~s
1
~~~~::~¡~~1;~;
flaqueza, hubiera sido despreciada como la poltroneria.
Quan–
to
mas
mal se
hacia
á
los enemigos vencidos, mas se creia
in–
timidar
á
los vecinos,
y
dar mas pruebas de su valor,
y babi–
Jid.::id.
Deslumbró una falsa,
y
aparente gloria
á
todos
los
co–
ra2ones;
y
en .este silencio de
Ja
ra2on, que no sabia aún , que
tenia ·algunos derechos que recl:imar, persuadió la preocupa–
cion, que
todo era permitido al
mas fuerte.
De