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marse ella, de un estudio merame nt e abst racto,
en una ciencia activa
y
batalladora, <lirio-e la
crítica de las teorías ri vales sobre los
p~ntos
vulnerables;
y
toma ella un carácter profunda–
mP.nte
analítico;
el que contribuye, tambi é n, en
mucho, á su desarrollo; pues así, por medio del
más empe ñoso esc rutini o, se hace dificil la
aceptación . d e principios, que no pueden defen–
derse, sólidamente, ante la crítica científica.
E s to s mismos ca racteres explic.i n, e n el
e!;–
tudio ele la filo sofia co ntemporánea, un fenó1ne–
no mu y natura l: más que de sis temas vastísi–
.mos y completos el la se desenvuelve mediante
trabajos especiales
y
concretos, sobre una ma–
teria determinada. Los estud ios filosóficos to–
man el carácter de
mmzog·rafias.
De este mo–
·c10
se cumple la ley de la divi:>ión
d~l
trabajo,
. y se da mayor incremento al progreso de la
filosofí a; porque los trabajo:; parcial es, pero pro–
fund os , reflliye n lu ego en beneficio general ele
e lla . Cada uno pone una piedra en el gran
monume nto . respondiendo de su solidez. Es–
to , sin dud a , es una causa principal que ha
influi d0 e n e l asombroso desenvolvimiento
de la cie 11 cia
fi l,~sofica
en nu estros días: Exa–
minados los p roblemas bajo tocios aspectos,
y
cons<lgrán close
á
cada uno respectivamen–
te, los que podemos llamar, especialistas filo–
sófico"; e ll os son analizados. si no re sueltos,
co n pleno conocimiento
y
mesura. De aquí
también,
y
au nque parezca redundancia de
lo dicho, e l que riu estra filosofía sea esen–
cialmente
ámüficci;
n0 sól9 por los principios
fundam e ntal es en que se apoya; sino porque
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