tin, Génova, Vicenza, Savona
y
Como, en
1474;
en Módena, Placencia, Perusa, Campidone y Ca–
sal, en
1475;
en Palermo, Luca y Ascoli, en
1477;
en Cosenza, en
I478;
en Frascati y Pignerol, en
1479;
en Freseli, en
1480;
en Mediolanum, en
q8r;
en Aquila, en
1482;
en Novry Sienna, en
1484;
en
Pescia y Udina, en
1485;
en Chivasso y Voghera,
en
1486;
eP. Gaeta .v Sonsino, en
1487;
en Nazani,
en
1491;
en Cremona, Leivia
y
Tzenna, en
1492;
en
Braga, en
1494;
y
en Ferli, en
1495;
produciendo to–
dos estos establecimientos tipográficos un con–
siderable número de obras que han contribuido
al
Renacimtento de fas Letras
en aquella época.
:::
Mientras que en Roma la Imprenta manifes–
taba una prodigiosa actividad para salvar del ol–
vido las obras clásicas de la antigüedad, Venecia
se mostraba no menos activa en sus producciones
tipográfi'cas, pues durante los últimos treinta afios
del siglo
xv
se imprimieron en esta ciudad más li–
bros que en la Italia entero. Hubo allí un séquito
de célebres impresores cuyos nombres me.recen
leg-arse á la posteridad.
'
Nicolás Jensón, uno de ellos, introdujo grandes
mejoras en los caracteres, no s0lamente inventan–
do la letra romana 6 redonda, sino reduciendo
el cuerpo de los caracteres hasta las pequefias
proporciones del llamado hoy
breviario,
conside–
rándose las obras impresas por él (las de
Ctcerdn,
César, Nejfote, Salustio, Plauto, Plt'nt'o, Lactancia,
Gradano, Virgilt'o, Petrarca, Salustio Crispo, Falco–
nia, Lignamine, San Agustín
y
Mesué,
como así mis–
mo el
Puellarum
y la
B1:blt"t:J-),
como ediciones más
bellas que las de sus
c0ntemporán~os.
Los hermanos Juan y Vindelin de Spira fueron
también notables impresores venecianos que me·
recieron la concesión de un privilegio exclusivo
del Senado de esa República por su magnifica
edición de las
Epístolas de Ct'cerón
y
Plinio,
que es