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Garton, en Módena; Juan Burster, en Campodo–
ne; Juan Pedro de Ferrati, en !?Jasencia; Juan Fa–
bri y Guiflermo de Canepa Nova, en Casal: Bar•
tolomé de Civitate, en Luca; Guillermo de Civi·
tate, en Ascoli; Andrés de Wormatia, en Palermo:
Octavio Aleman, en Cosenza; Gabriel Pe tri, en
Frascati; Lorenzo y Angel Florentino, en Pisa¡
Adam Rotwil, en Aquila; Nicolás Girardengo, en
Novi: Francisco Cenni, en Pescia; Jacobo Lingus,
en Chivasso¡ José Salomón, en Son sino; Enrique de
Colonia
y
Enrique de Harlem, en
~azani;
Bernar–
do de Misinto y César Parmense, en Cremona;
./~ntonio
Zarora, Leonardo Pachel y Uldarico Sine·
zeuzeler, en Mediolanum; Jerónimo Medesames, en
Ferli; Ambrosio de Orcho y Dionisia de Paravi·
ceno, en Como; Herico Clayn, en Perusia: Jacobo
de Rubeis., en Peguero!; Enrique de Colonia, en
Síenna; Jacobo de Santa Nazario, en Vognera; An·
drés Fritag, en Gaeta; Gerardo de Flandria, en
Udino; y otros más en diferentes poblaciones.
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La tercera nación favorecida con "el benéfico
arte de la Imprenta, fué Espafia, pues hemos visto
que en
1468
Juan Gherling fué el primero que es.
tableció en Barcelona un taller tipográfico, impri–
miendo allí la obra de Bartolomé Mates titulada
Pro condentis oraticz"onibus juxta grammaticas lfges
htteratissúnus.
Y aunque algunos autores han pre–
tendido arrebatar á Barcelona la preeminencia de
ser la pr.imera ciudad de Espafia que haya visto
nacer la Imprenta, alegando que Valencia obtuvo
este privilegio, esta última aserción es un craso
error que ha sido victoriosamente combatido por
la mayoría de los historiadores espafioles, que es ·
tán acordes que la Imprenta se introdujo en esa
. última ciudad sólo en 1474 6 sean seis afias eles·
pués que en
~ Barcelona.
En efecto, probado que–
da que en ese año se imprimió en Valencia el
primer libro, que fué el
Certamen poeticle en lo-