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GLORIA
Ahora me explico
'10
que oí ·de tus salidas de .
noche... ¿Por qué luis hecho·
esto?~.
¡Qué
con- .
.fusión!.... Pero no es oportuno reprender... no...
Un
preciosísimo sentimiento te
h~
guiado..• .
No
necesito que lue expliques el hecho de vol–
ver acompuíYada ... Segura estoy de. que
n~
es
r.n
1
pn tuya.
t
/ Dpfla
Serafina miró al
h~breo
shí rencor ni
~uriosidad,
como si tratara más bien de pedir–
le estrecha cuenta de la perdición de un alma
que de confundirle con anatemas.
cAhora, á de.scansar-propuso D. Buena·
ventura;-estás fatigada, hijita. Vamos arri–
ba... No se piense más en lloros ni sofoquinas.
A
descansar.
-Este hombre-balbució Serafinita -setia–
lando
á
Morton,-no necesitará que le demos
hospitalidad. Tendrá su casa donde pasar la
noche.
-Estoy dispuesto
á
retirarme-dijo 1vIor–
ton, pálido como un muerto;-pero si la se11o–
ra me lo permite, antes hubJaré un poco con
su sefior hermano.
-Yo también tengo que hablar. Al momen·
to soy con usted" dijo D. Buenaventura, en–
lazando con el brazo la cintura de su sobrina
para conducirla
á
lo alto de la casa.
Morton se quedó solo, esperando al bo.llque-