.. L
XVIII
Pasión, sacrificio,
mu~rte.
-Acuéstate-dijo
á
Gloria Dofta
Serafina,
cuando se quedaron solas en· la alcoba de
aquélla, después de bajar D. Buenaventura
y
de salir Francisca,
·á
quién
la sefiora .mandó
retirarse.-Estás cansada.
-Sí,
mucho-murmuró la sefiorita con
desfallecimiento., apoyando su
ca~eza
en
18
palma de la mano y el codo en el lecho.
-Acuéstate-repitió Dotla Serafina,
qui–
tando el mantón
á
su sobriña.-Ven, te des–
nudaré. .
-No tengo
fuerzas para nada-dijo
Gloria,
dejando
caer
los brazos después
que 8e incor·
por6 un Ínstante.-Haga usted el 1avor de
llamar
á
Francisca: no tengo fuerzas
para
nada.
- Yo
estoy
aquf,-indic~
la. se1'10ra.
desabro..
"bAndole el vestido.
-No,
tía, por
Dio8,
yo lo
haré.'
Después
Dona
Serafina
se nn odilló delante
di
ella, con
objeto
de
descalzarla.