Table of Contents Table of Contents
Previous Page  415 / 712 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 415 / 712 Next Page
Page Background

GI.ORL\ '

~""t

1 "

quien se había' concedido poco "Rutes la plaza

de sepulturero, con la condición

~e

ir

cantar

á

la Apadía en los días solemnes, porque su

mucha práctica del coro le hacía necesario. No

lejos de

él

iba Bildo con el incensario, echando ,

unas humaredas que parecían Ílubes. Don

Sil.

o

\

vestre llevaba

su

capa pluvial con

mund~na

elegancia,

y

presidía la ceremonia religiosa

con recogimiento

y

cil'cuuspeccióll. cual hom–

bre que sabe su

oficio~

Al Padre Poquito, que

hacia de diácono, le arrastraba la dalmática,

por ser él de meo gnadísima estatura,

y

mar–

chaba cou los ojos bajos

y

toda su cara con–

trita

y

afligida como la de quien, siendo ángel,

se cree pecador.

Más atrás iba

D.

Juan

Amarillo, 'henchido

de

Y11U

idad, por hallflrse en la plenitud de sus

{unci

ues municipales, sintiendo algo grande

y

divillO

en_su meULe augusta. Representaba

6111

la autoridad humalla protegiendo

y

ampa–

rau o con su tutelar Lr'azo

á

la

divina,

y

era

re iso que su persona estu viese

á

la

altu,ra~e

~au

iusigne papel. Andaba con lento

y

muy

al' a o com

pás,

y

á

cada paso hundía con

fuerza n

el

suelo la contera de su bastón de

áureo

uno,

lll'ecieudo decir:

e

¡Cuán feliz eres,

oh Fi .. brjga, en est r

bajo

mi

mano!, Al mis-

, ti

m o,

ni esta

8

e 'ie de endiosamiento