,
-
· v
-
Realismo.'
l.
Pas6suavemente la esponja por el augustu
semblante de la
imagen,
que
~epresentaba
la
encarnación de
lo
di
vino,.
y
Jesvués
la
expri–
mió sobre el cubo
p~ra
soltar el 'agua sucia.
Al mismo tiémpo decía:
(<<¡Ayl
¡Jesús
mío, cómo estásL . . Ya se ·ve...
¡
Catorce afios pudriéndote en ese nichol
Vaya.,
que los
Lantiguas pue.den
hablar... ¡Tanta de–
voción ,
y
esta
sacratísima imagen
01
vidadal ...
¡Qué horror! La
~itad
de
la pintura
Sé
queda
en el paño...
-Estás
haciendo de Verónica, Teresa-dijo
sonriendo Isidorita la del Rebenque.-Con
poco más sacarás-el divino rostro· en el lienzo·
-Pues·
has dicho la verdad . Vamos, no
fre–
goteo más : bien está así. Ahora le pasaré
UD
pafio
seco.
Así, viejecita y despí.ntarla,
DO
hay
otra cara como ést a en todo el mundo.
Miren
qué expresión ... parece
que
nos oye, que n08
mira
y
que quiere hablarnos.
-Parece que
uos
agradece
los cui ados que