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46 :fJ. PÉBEZ GALDÓS
vía de sU: sitio, y Cachorro,_viendo que nadie
quer ía to.mar el ramo, lo dejó s()bre la mess.
Pero el chusco sacristán debía de sentir en 80
alma n~cesidad imperiosa de expansión, por–
q ue estirando los· brazos y haciendo castafie–
tear los dedos y dando ligero ·brinco, dijo ale–
gremente:
. cSeiloras, eLcura se ha ido ... ¡Ahl me ha
encargado que las obseq~uie á ustedes ... En la
s~cristia ha dej~do bizcochos, una . botella de
. anisete,'y tres de vino muy 'rico; pero muy
rico. A~ marcharse el Sr. D. Silvestl~e me dijo:
•Ve y pregunta á esas seiloras si quieren to–
mar alguna cosa... pobrecHas han estado
trabajando como negras todo el día.•
-Yo no quiero nada,-dijo Teresita medi..
tabunda. .
-Yo tengo mala la cabeza.
-Mejor que mejor,-afi rmó Cachorro dan-
do una palmada.
-y yo no estoy bien del estówago,-indic6
la Gobernadora.
-Eso quiere decit· que vaya por el calicem
Balutis••. ¿Pero qué tienen las seiloras? ¿No
quieren poner el ramo e.n las alforjas? '
Aspi rando el olor de las temprsn88
rosas, hizo un mohín grotesco.
cSeiloras-se dejó decir ,-¿saben uetedel