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I
\
'
GLORIA.
175
,
,
, ' No
negi\ré que muchos acuden
á
la misa, sietn-
- pre que sea corta, se entiende,
y
no
falten mu–
chachas
bonita~
que
V~l·
á
-Ia
s~lida;
pero eso es
fácil, amigo mío;,¿no comprende usted que es. -- , '
{ ,
.
to no' basta para decir:
',e
Somos los
hombre~
más
religi~sos
de
la tierra?
"
-:.Efectivamente no
~asta~,-no,
-dijo
D.
Juan
con voz triste, mirando
al
suelo. - .' ,
~Usted
conoce muchas,
' much~simas
per–
sonas ilustradas,. buenas, leales, ,que no pue":
den menos
~e
considerars,e virtuosas; personas
tí
quienes, usted, que es tan buen Qatólico, no ' . "
negará su amistad; personlls de
,4
uienes n'adie "
se apar'ta
~on
horror, ' personas amables .••-
, -Ya,
ya
sé' lo que usted quiere decirmé,–
indicó
D.
Juan melancólicamente.
/
-Pues bien: de..esas personas•••
(Y,
supon-
go
que
cono~el"á
usted más de
mil),"
d,e esas
pefsoD'aS, ¿cuántas cree usted que cumplen el
). pl"eCepto fundamental del catolicismo, la pe- ' .
- nitencia?
.-¡Ohl
tiene usted
raz.ón,tiene usted razón
-dijo Lantigua con verdadera an gustia.":'"
De .
cada cien, noventa
y
ciuco no se han
~onfe
..
aado en veinte atios.
-Oon
la
part icularidad-afiadió Morton,
-~e
que
la
Iglesia
man-da
copfesar ' una
Des
al
año
á
lo
n,len
os.
Los grandes
é
intaehables ca- ,
"