l
. •
174
B. PÉREZ tGALDÓS /
:
.D:
Angel de Lantigua,
y
~eglares
como
DOD
Juan. -
_.
/
~
.
,
,
~
e
Yo conozco regularmente el .Mediqdla
y
la
capital -de
Espafia~a~adió.-Ignoro si'~l -Nor.
te será lo;mismo¡ pero 'allá,
q~lerido
se1'1or
~ío,
I
he visto el ' senthbiento religioso tan
a~ortf-
,
guado, que' los -espatíoles inspiran lástimá.
No "
se ofe)lda usted 'si hablo con -: franqueza.
'En :
ningún país del 'munda
hay
men,os' creencfas,
siendo
d~
notar que en ninguno. existen
~an.
tas pretensiones de poseerlas.
N
o'
~ólo ~os
ca·
tólicos 'Qelgas
y
f~anceses,
sino loa protestan–
tes de tºdas' las confesi,ones, los Judíos y aun
'los mahometanos, practican su doctrina ·
C011
,más ardor que los ' espaholes. · Yo "
he
visto lo
que pasa aquí en las grandes ciudades, las
cúa–
les p.arece han de ser reguladoras
dé
todo
el
~
sentir de 'la Nación,
y me
ha causado sorpre- .
sa Ja irreligiosidad de la mayoría ,de las per–
sonas'
il
ustl'adaB ~
Tóda la clase media, con ra–
r as excepciones, es. indiferente. Se praética el
cul to. , pero más bien
co.moun hábito'rutinario,
por respeto al público,
á
las familias y á la tra- :
dición, que' por verdadera fe. Las mujeres se
entregan
á
devociones exageradas; .pero los
hombres huyen
de
la
Iglesia todo lo. posible,
y
la gran mayoría de ellos deja de practicar
101
preceptos más elementales del dogma
católico. ·