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«El librejo de Terral/a -que fue mondodo

a

quemor publicomente por el Cobildo

de Limo- tiene,

a

pesor de

su

moledi–

cencio, opuntes muy sobrosos sobre el

ombiente de lo ciudod» Porras Borrene–

cheo, Raul, en:

Fuentes Historicas Perua–

nas,

1954 . Podrfomos ogregor que entre

las estompos de lo Limo decimon6nico,

las de Terral/a y Londo (Simon Ayonque)

resulton las

mos

otrevidos y hosto

/uju–

riosos. Esos

mozos

son desofiontes, son

lo Limo

mo/a,

no todo fueron Topodos y

domos de olcurnio en

sus

col/es.

Joyas de la Bibliotec a

BREVE HISTORIA UNIVERSAL DEL LIBRO

17. Un salto en el tiempo, hacia los dias republicanos.

En materia de

iconograffa, en el siglo XIX dado al costumbrismo, a la observaci6n

de gentes y cosas, a las tipos populares, a la calle, a la forma de

vestir, y tambien, en vena rom6ntica, a las lugares soledosos, za–

guanes, rejas, balcones, rincones. No faltan materiales. Pensamos

en Pancho Fierro, en las viajeros franceses, coma Castelnau, o las

de Paul Angrand. Sin embargo, hemos elegido un par de estampas

que acompanan la obra de «Simon Ayanque», en realidad, coma

se sabe. de su verdadero nombre, Esteban de Terralla y Landa.

Lima

par dentro

y

par fuera,

editada en Parfs en 1854, lleva las apuntes

de Ignacio Merino. Debe notarse que no anima ni al artiste Merino

ni al autor de las copies, Ayanque, el discurso convencional sabre

las misteriosas tapadas. Sf las hay, pero tambien mozas de mal vivir,

«que ves 6 muches mulatas/ Destinadas al comercio/ Las unas al

de la came/ Las otras al de lo mesmo». Par lo demos, el descarnado

realismo de la copla en la que apunta una crftica socarrona y social,

no abandona el poder de la imagen, coma en la «introducci6n»,

donde se estudian artfstica y socialmente, diversos tipos populares.

Jorge Basadre querfa una historic del pueblo peruano. Ybien, si ella

todavfa nose ha escrito, aquf est6n las ilustraciones de Merino. A las

que se les puede acompanar las mencionadas de Pancho Fierro y

Marcoy, Radiguet, Rugendas, y las caricatures de polfticos, de Ma–

nuel Pardo a Legufa, y las revistas ilustradas fineseculares, y decenas

de ellas, hasta

Mundial

y

Variedades .

Pero aun asf, pocas veces se

tropezar6 con el realismo cruel de Ayanque .

I I 11111111 l

to .

Bii~

I II

1'111~1111

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