20. Mirar es leer.
Sueno
y
pasi6n par el Peru. Apuntes sentimentales,
Lima, BNP, 2008. Acabamos de editor este singular libro. Unos
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autores, desde el XVI hasta este amanecer del siglo XXI. Seleccion
hecha con el riesgo de contrariar a mas de uno que no hallo el autor
preferido o a sf mismo. Pero la apuesta de esa edicion es doble, si
no triple. La amplitud , la emocion (textos casi confesionales, emo–
cionados) y la combinacion de arte y escritura . Por lo escrito, estan
los clasicos, desde Garcilaso, Huaman Poma, Sanchez Carrion, San
Martfn y Bolfvar. Estan los padres fundadores, Vfctor Andres Belaunde,
Haya de la Torre, Jose Carlos Mariategui. Y estan Porras, Sanchez,
Basadre. En segundo lugar, los contemporaneos, Cotler, Max Her–
nandez, Matos Mar, de Soto, Ivan Degregori, Tanaka, entre otros. Y
estan los mas jovenes, Rocfo Silva Santisteban, Alberto Vergara . Pero
esta, igualmente, la China Tudela y el padre Gutierrez. Una gama
sin lfmites de gustos y estilos. Eso sf, los textos mas intensos. Yal lado
de ellos, rutilantes imagenes, cuadros de pintores peruanos. Y las
artesanfas. Pantigoso y los ekekos.
Este libro es un concepto nuevo de edicion. Un hfbrido, tiene del
libro de salon, por su lujo de imagenes. Del libro erudito, por la se–
leccion de textos. Pero esta hecho para ser visto y lefdo a la vez.
Responde a algo que no es inocente, a una problematica de nuestro
tiempo. zComo en los dfas que corren, cuando lo imagen se vuelve
imperialista, y desde la pantalla del ordenador personal invade la
lectura, esta puede responder? La respuesta es simple, paladina.
Volviendo a poner en libros, la imagen. A la lectura fragmentada,
la mirada que juega , divertida . Los libros deben volverse tambien
una aventura de los ojos, o perecer6n .
Joyas de la Biblioteca
BREVE HISTORIA UNIVERSAL DEL LIBRO
19. Leer es mirar.
El gozo de la
vista. La penulltima referencia
a esta breve iconograffa, una
sorpresa, un regalo: el poema
de Paul Verlaine,
Fetes Ga/an-
tes.
Es edicion de 1928, edita–
da en Parfs, con las esplendi–
das ilustraciones de Georges
Barbier. La elegancia, el buen
gusto, la sensualidad, un ima–
ginario versallesco con faunas
y galantes y damas bellas y
dispuestas al amor carnal. Y los
personajes del eterno amor,
el burlado y el correspondido,
Colombina, Pierrot, Arlequfn .
Y la luna inmensa sobre ese
parafso terrestre con deseo
sin culpa. El parnasianismo de
Verlaine, en los anos veinte,
antes de que Europa se vol–
viera a precipitar en el horror
de la guerra y de la muerte. Al
menos aquf, por un instante,
Eros no conoce a Tanatos.
Sesenta
y
cinco autores
Onco slglos de reflexi6n
(1492-2008)
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