IRMA
L6PEZ DE
C ASTILLA
fue allf donde por primera vez se
celebr6 una representaci6n de
sus personajes. Este hecho, muy
bien documentado por el ya ci–
tado Francisco Rodriguez Marfn,
sucedi6 a fines de 1
607
en una
fiesta de sortijas organizada en
Pausa, capital del Corregimiento
de Parinacochas, por el propio
corregidor, Pedro de Salamanca,
para celebrar el nombramiento
del nuevo Virrey del Peru, su anti–
guo amigo, don Juan Mendoza y
Luna, Marques de Montesclaros.
El primer negocio de librerfa
fue establecido en la decada
de
1540
por Agustfn de Zarate,
quien, a juicio de Lohmann Vi–
llena ,4 tuvo un exito rotunda y lo
tuvieron los que en adelante se
dedicaron al mismo rubro, pues
en Lima y en varias ciudades del
virreinato ftorecieron bibliotecas
particulares muy ricas y actuali–
zadas, farmadas por catedrati–
cos, intelectuales y personas de
diversas ocupaciones, amantes
de las letras y de las ciencias .
Jerez,
Francisco
de,
n.
1497.
Libra primo de lo conqvisto del Perv
&
prouincio del Cuzco
de le lndice oocidentoli.
[Vinegio : per Maestro Stephano do
Sabio,
1535).
36
Algunas instituciones tambien
formaron bibliotecas importan–
tes, destacando en cantidad
de volumenes y organizaci6n,
las bibliotecas conventuales. En–
tre ellas, la que aport6 en mayor
medida a la difusi6n de lo mas
actual de las publicaciones eu–
ropeas fue, sin duda, la Bibliote–
ca del Colegio Maximo de San
Pablo. Los jesuitas fundaron, en
1568,
el Colegio Maximo de San
Pablo para formar en humani–
dades clasicas y lengua a los
futuros estudiantes de la Univer–
sidad de San Marcos y pronto se
convirti6 en una de las mas im–
portantes instituciones cultura–
les, del virreinato. Ademas form6
una farmacia muy complete y
cre6 dentro de su organizaci6n
el Colegio del Prfncipe, para hi–
jos de indios nobles.
Segun afirma Luis Martfn,
5
los
rectores y profesores de San Pa–
blo crearon la mejor biblioteca
de America, la que a mediados
del siglo XVIII contaba con
40
mil
volumenes en diversas lenguas
antiguas y modernas.
Esta biblioteca , que habfa
iniciado su colecci6n con una
compra de libros por la sumo de
doscientos ducados que hizo Je–
ronimo de Portillo en Sevilla, antes
de embarcarse para Lima, se fue
enriqueciendo con los aportes de
losjesuitas que venfan de Espana,
Alemania y otros poises.
Una apreciaci6n sabre la ac–
tualidad de los libros nos do el
saber queen
1575
el General
de los Jesuitas nombr6 un Pro–
curador en Sevilla para que se
encargue de todos los asuntos
relacionados con los colegios de
Joyas de la Bib lioteca