Libro Nono
Capítulo XXIV
Del trigo
Y
A QUE SE HA
dado relación de las aves, será justo
la demos de las mieses, plantas y legumbres de
que carecía el Perú. Es de saber que el primero que
llevó trigo a mi patria (yo llamo así todo el Imperio
que fue de los Incas) fue una señora noble, llamada
María de Escobar, casada con un caballero que se
decía Diego de Chaves, ambos naturales de Trujillo.
A ella conocí en mi pueblo, que muchos años des–
pués que fue al Perú se fue a vivir a aquella ciudad;
a él no conocí, porque falleció en los Reyes.
Esta señora, digna de un gran estado, llevó el
trigo al Perú, a la ciudad de Rímac; por otro tanto
adoraron los gentiles a Ceres por diosa y desta ma–
trona no hicieron cuenta los de mi tierra; qué año
fuese no lo sé, mas de que la semilla fue tan poca
que la anduvieron conservando y multiplicando
tres años, sin hacer pan de trigo, porque no llegó
a medio almud lo que llevó, y otros lo hacen de
menor cantidad; es verdad que repartían la semilla
aquellos primeros tres años a veinte y a treinta gra–
nos por vecino,
y
aun habían de ser los más amigos,
para que gozasen todos de la nueva mies.
Por este beneficio que esta valerosa mujer hizo
al Perú, y por los servicios de su marido, que fue
de los primeros conquistadores, le dieron en la
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