Libro Nono
De los camellos, asnos
y
cabras,
y
sus precios
y
mucha cría
Capítulo
XVIII
T
AMPOCO HUBO CAMELLOS EN
el Perú, y ahora los
hay, aunque pocos. El primero que los llevó (y
creo que después acá no se han llevado) fue Juan
de Reinaga, hombre noble, natural de Bilbao, que
yo conocí, capitán de infantería contra Francisco
Hernández Girón y sus secuaces; y sirvió bien a Su
Majestad en aquella jornada. Por seis hembras y un
macho que llevó, le dió Don Pedro Portocarrero,
natural de Trujillo, siete mil pesos, que son ocho
mil y cuatrocientos ducados; los camellos han mul–
tiplicado poco o nada.
El primer borrico que vi fue en la jurisdición
del Cozco, año de mil y quinientos y cincuenta y
siete; compróse en la ciudad de Huamanca; costó
cuatrocientos y ochenta ducados de a trecientos
y setenta y cinco maravedís; mandólo comprar
Garcilaso de la Vega, mi señor, para criar muletos
de sus yeguas. En España no valía seis ducados,
porque era chiquillo y ruinejo; otro compró des–
pués Gaspar de Sotelo, hombre noble, natural de
Zamora, que yo conocí, en ochocientos y cuarenta
ducados. Mulas y mulos se han criado después acá
muchos para las recuas, y gástanse mucho, por la
aspereza de los caminos.
102