José Maria «Cherna» Salcedo
CINCUENTA AÑOS DE
CHOLEDAD EN DIEZ ESCENAS
Nace
en E
paña,
en
1946. Periodi
ta
colegiado, ejerce el
periodismo
desde
1973
como
redactor, reportero, entrevistador y
croni
ta
de la
mayoria
de
publicaciones importantes
en
el Perú.
Fue director del diario
Marka.
Conduce
hace vario
año
diver os
espacio radiales
en
Radio Programas del Perú (RPP).
En
la
actualidad, gestiona el proyecto cinematográfico
Asháninka,
que
recorre
la
historia
de las
principales zonas
de
los enfrentamientos
entre A
háninkas
y
Sendero
Luminoso.
Quiero pre entar el títu lo de esta pequeña expo ición
que he preparado: «Cincuenta años de choledad en
diez e cena
».
o tengo idea definida , acabada , sobre
e te tema, pero quizá, con e ta e cenas, ea po ible
tran m itir algo de lo que entiendo del tema, y algo de lo que
ha
ido mi experiencia personal con lo cholo, la choledad o
cholitud, o la cholificación.
Escen a
l.
Yo tenía 6 añ o , ello eran ch olo , pero o n
lo
abia
Comparto con lo cholo una condición: orno , ello y
yo, migrantes. Yo también oy un provinciano, aunqu del
otro lado del Atlántico. Llegué acá el año 1951 ca i, ca i on
un pequeño atadito a la e palda en la forma de maleta . ¿ ómo
llegaron mi padre y mi madre?
ada muy di tinto a la
fi
rma
en que llega cualquier per ona, no en barco, pero í en camión,
de de algún poblado de Arequipa o Ayacucho.
Desembarqué en el puerto d
1
allao en 1951, había mucho
calor. Para mí, era muy extraño qu mi barco pa a e cerca a
una montaña que no era erde, era in ólita, increíble, ¿cómo
podía haber una i la an Lorenzo, una i la que no fuera verde?
Es casi lo que le podría pa ar a una per ona, por ejemplo, de
Cajamarca, cuando Llega al aeropuerto Jorge Chá ez
abruptamente. No quería bajar
<l
l barc , no é exactamente
por qué, probablemente porque me había h cho amigo de
los ocíner
del barco, que eran ingle e y m entendía con
ello más o menos. Tenía 4 año de edad.
Me hicieron bajar y me hice peruano en la carretera. Hay
peruano de toda la vida, yo oy peruano de toda la pi ta, que
en e e momento era la a enida Co tanera, y llegué a un barrio
que recién se estaba urbanizando. A e palda de mi ca a había
chacra ,
y
en e te barrio ademá de mí había do niño .
La
lógica de probabilidade hacía que mi compañeros de jueg
VISIONES DE
U\
MODERNIDAD DESDE LO CHOLO
PRESENC IA ANDINA EN LIMA
METROPOLITANA
Teófilo Altamirano
En
los últimos veinte a1ios,
la
ciudad
de Lima ha experimentado cambios
significativos en sit proceso demográfico,
social,
rnltura~
polírico y de expansión
urbana. Uno de estos cambios
se
refiere a
la presencia cada vez mayor de migrantes
de origen campesino de casi la totalidad
de los departamentos. Partirnlarmente los
migrantes de la sierra central y sierra sur
conmtuyen
el mayor volumen.
Desde que empezó la migración de
campesinos hacia Lima, que se inicia en
la década de
1920-30
(Altamirano,
1977).
estos migrantes fueron muy
propensos a organizarse en asociaciones
regionales comúnmente llamados clubes
de provincianos. Ya
en
1957,
en Lima
existía n
im
poco más de doscientas
asociaciones regionales formados por
migrantes
de origen básicamente
rnral
(Macos,
1966).
Trece años desp11és, en
1970,
el
número de asociaciones
regwnales se eleva a
1,050
(Do"ghty,
1970).
Esto
nos indica que
en
aquella
época casi una de dos comunidades
campesinas de La
ierra centro y sur,
aproximadamente
1,800 ( 1,200
formal–
mente
reconocidas y
las
restantes en vías
de reconocimiento o
simplemente
no
solicitaron su
reconocimiento)
tenía una
asociación regional que los representaba
en Lima. Siete años después se estimó en
4,000
el
número de asociados regionales
(Altamirano,
1977).
En
1980
este número
se había
incrementado
a
6,000
de
1e-
75